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| Maravillosos capiteles de San Miguel de Escalada |
No soy una persona religiosa, pero me gusta mucho visitar monasterios, iglesias y catedrales. El arte religioso era, durante siglos, el único arte posible y en él trabajaban artesanos que dejaban su impronta personal. Nadie se planteaba el arte más allá de estos lugares. Bueno les digo todo esto para hablarles de una visita que hice a un curioso monasterio, a algo menos de treinta kilómetros de León: San Miguel de Escalada. Además forma parte del itinerario del célebre Camino de Santiago. Hoy, desgraciadamente, sólo se se conserva del monasterio su templo. Junto con la Iglesia de Santiago, en Peñalva, de la que ya hablamos en el blog, es una de las obras más representativas del arte mozárabe prerrománico, de lo que se entiende como arquitectura de fusión o leonesa. Les adelanto además que no es un lugar cualquiera ya que fue refugio de unos monjes cordobeses que venían huyendo de los musulmanes y se asentaron aquí.
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| Se puede apreciar el estilo califal de los arcos de herradura de la iglesia |
El templo mozárabe, es de tipo basilical, de 22 por 13,50 metros y fue construido reaprovechando materiales de épocas anteriores, visigótica y romana, de hecho los fustes de las columnas que soportan el pórtico son de época romana, porque aquí había un templo de origen tardorromano y paleocristiano. El incremento de monjes en la época del obispo Genadio (personaje del que hemos hablado en otras entradas de León), llevó a ampliarlo, consagrándose en el año 951. El templo fue construido en pleno apogeo de la monarquía asturiana, que acababa de trasladar la corte a León. La influencia del rey era fundamental en la fundación de nuevos monasterios y la estructura básica de la iglesia seguía el modelo de las construcciones religiosas. Una lápida de su fundación decía:
«Este lugar, desde antiguo dedicado en honor del arcángel San Miguel, de reducidas dimensiones, después de ser consumido por las ruinas permaneció largo tiempo derruido hasta que el abad Alfonso, con sus compañeros llegados de la patria cordobesa, erigió el ruinoso edificio en tiempos del poderoso y sereno príncipe Alfonso. Por el creciente número de monjes, precisamente por esto, para ampliarlo y engrandecerlo, es erigido con fundamento el hermoso templo, de obra admirable. No por mandato de las autoridades o bien por la opresión del pueblo sino por la constante vigilancia del abad Alfonso y los monjes son realizadas completamente estas obras en doce meses, llegando al término del reinado de García con la reina Mumadona. Era 951. Fue consagrado este templo por el obispo Genadio el día duodécimo de las calendas de diciembre».
Y en el año 912 un grupo de monjes vinieron a este lugar, como he dicho al principio, desde el emirato de Córdoba y levantaron el monasterio en un año en tierras de la corona leonesa. Los materiales de construcción se encontraban en las inmediaciones, restos de las construcciones árabes y romanas, lo que aceleró el poder levantar pronto el nuevo templo. En principio fue de estilo califal, mozárabe del siglo X, pero luego la torre fue construida al modo del románico. También podemos ver toda la influencia que había del estilo asturiano de los templos (como los contrafuertes). Este monasterio luego fue cedido en el siglo XII a San Rufo de Avignon, cuyos monjes seguían la regla de San Agustín. La decadencia empezó ya en el siglo XVI, cuando aquí sólo vivían tres monjes y la vida monástica se fue acabando. Como tantos edificios religiosos, con la desamortización del siglo XIX, se abandonó el monasterio y sólo se dejó la iglesia. Muy recientemente la administración autonómica de Castilla y León inició la restauración de las cubiertas, de la capilla romana, así como del muro de contención.
En el interior hay tres ábsides de planta ultra semicircular, cuenta con columnas de mármol y ladrillos de origen romano. Lo primero que llama la atención es la magnífica iluminación, que sigue la tradición de las iglesias paleocristianas, con ventanas practicadas en el muro volado de la nave central y en los ábsides. El exterior de la iglesia se corona con tejado a dos y una vertiente, con amplios aleros soportados por modillones de rollos. Durante el siglo X, se añadió un pórtico rectangular en el lado meridional del templo.
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| Los mármoles interiores de columnas son reciclados de la ciudad romana de Lancia |
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| El artesonado es de principios del siglo XV, de estilo mudejar, que como se aprecia en la foto, conserva su policromía; parece que el roble del que está hecho ha resistido seiscientos años a la carcoma |
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| La planta del templo es basilical de tres naves de cinco tramos, separadas por arquerías sobre columnas, algunas de templos anteriores, sobre las que descansan arcos de herradura |
En los altares se guardaban las reliquias de los santos y se velaban desde el día anterior a la consagración. En el altar central se encontraban reliquias de Jesucristo, de la Virgen María, de los Apóstoles y otros santos, que fueron esquilmados. Incluso en el siglo XII se añadieron reliquias del propio Santiago por el hecho de ser paso del camino a Compostela.
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| Inscripciones de los altares hechos con piedra caliza y con cenefa donde se indican los santos de los que se guardan las reliquias; cada ábside tiene su altar |
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| Puerta lateral de acceso a las tumbas: «Panteón de Abades» |
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| Canceles: detalle del vegetal ornamental del tímpano de la entrada |
Acabo con una historia relacionada con San Miguel de Escalada...
El Beato de San Miguel de Escalada
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| Una de las páginas del códice - Foto ©Wikipedia |
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| Facsímil del códice que puedes comprar por internet (a precio alto) |
Actualmente se encuentra en la Biblioteca Morgan de Nueva York. Aunque según los especialistas de esta biblioteca el monje Maius no residió en Escalada y no realizó el manuscrito allí. En España, sin embargo, se asegura que el Beato de Escalada posee anotaciones que coinciden con inscripciones únicas que hay en el monasterio. Parece que un arzobispo lo regaló, luego fue cambiado por un reloj de plata, vendido a un conde y subastado, hasta que en 1919 la Morgan de Nueva York, a través de un intermediario, se lo compró a un coleccionista llamado Henry Yates Thompson.
Hasta la próxima viajeros !!
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