Llegada al puerto de Veracruz |
Llegue a Veracruz por barco, en el “Bernardo de Zamacola” de la Naviera Gorbea, allá por el verano de 1982 (la foto me delata mis veinte y un años recién cumplidos). Veníamos desde un puerto pequeñito de Guatemala que se llama Santo Tomás de Castilla, y entramos en México por la puerta de Veracruz, cuya población hoy día, según he consultado, supera ya el medio millón de habitantes y sigue teniendo una de las mejores infraestructuras portuarias de la República.
Su nombre original es el de Villa Rica de la Vera Cruz, tal como así la denominaron los españoles en 1518, cuando Hernán Cortés apareció por estas tierras. Los jarochos, como así se denomina la gente de Veracruz, son gentes muy amables y con un trato muy directo y sencillo. Destaca el Palacio Municipal y la zona de los soportales donde decenas de músicos cantan por la noche mariachis y se toca el xilofón y los guitarrones, mientras uno se toma una fría cerveza mejicana acompañada de unos tacos sabrosos, y por supuesto picantes. El pescado y el marisco es delicioso y muy barato, la fruta es muy variada y exótica: mamey, mango, papayas, uvas, limas y limones, chirimoyas, plátanos, guanábanas…
Mapa de la zona |
Pero quizás lo más interesante de Veracruz sea conocer las ciudades cercanas, yo tuve la suerte de visitar dos enclaves que me parecieron recomendables: Xalapa y Zempoala. Me fui a Jalapa desde Veracruz en un autobús que a mi me pareció de lo más exótico en aquella época, hace veinticinco años: todo pintado de colores fuertes y chillones por fuera, música a toda pastilla, la gente iba sentada pero también de pie, uno llevaba donde la parte superior de las maletas una jaula con un gallo, otro había metido un perro, y como los españoles la gente hablaba en voz muy alta. Xallapan es el nombre original de Xalapa o Jalapa o mejor dicho Jalapa de Enríquez, en honor al fallecido gobernador Juan de la Luz Enríquez. Allí es famoso su Museo de Antropología, considerado como el segundo de mayor valor en México, precedido sólo por el Museo Nacional de Antropología en Chapultepec. Cuenta con colecciones Olmecas, Totonacas y Huastecas. Incluyendo varias de las famosas Cabezas Colosales. Aquí guardo una foto de una que esta expuesta en el exterior:
Cabeza olmeca en Xalapa |
De Xalapa tiré de nuevo para la costa en la misma línea de autobuses para llegar a Zempoala. Mi impresión fue grande al llegar a la entrada de la ciudad cuando, al menos entonces, había un gran cartel donde se podía leer las atrocidades que Hernán Cortes y los españoles llevaron a cabo con la población indígena de la zona. De momento dudé si hacerme pasar por argentino, pues parecía que los españoles no éramos muy bien visto en México; de todas maneras aunque existe un sentimiento indígena y nacionalista fuerte la relación de los mejicanos con los españoles es buena y especialmente es importante recordar la gente que vino durante la República y la buena acogida que tuvo.
Si además leemos un poco de la historia de la ciudad, tenemos que saber que la ciudad después de ser tomada por los españoles en 1519 en su camino a la conquista de Tenochtitlan y de rebautizarla como Villaviciosa (¡vaya cambio!) tan solo la mantuvieron un siglo, ya que en 1600 introdujeron desde Europa la viruela y acabaron con toda la población.
Para el viajero es un recinto agradable no muy masificado y con una zona arqueológica amplia que incluye pirámides mesoamericanas; su nombre proviene del idioma nahua “Cempoal” significa veinte y “Atl” significa agua: veinte aguas, y que los arqueólogos relacionan con el sistema de regadíos, canales y acueductos que tenía originalmente la ciudad.
Actualización: Y volví a México ...
Comentarios
La verdad que aunque no tuve nada que ver con ningún genocidio yo también me avergonzaba como si fuera culpable.
Luego me digo, pero tendrán más ellos de esa gente, que son descendientes, que los que venimos de los que se quedaron en España
(esto para limpiar mi conciencia jajaja)