Dunas de Tarifa |
El Estrecho de Gibraltar ha sido y sigue siendo un lugar de paso, de frontera, un lugar mitológico, el comienzo de los confines del Mundo, las columnas plantadas por Hércules. El lugar donde desgraciadamente mueren tantas personas en busca de su particular “Dorado”. Pero también es una zona excepcional con parajes naturales dignos del viajero. El “Parque Natural Estrecho”, declarado hace no más de cinco años, engloba zonas protegidas de las que hemos destacado el litoral que camina desde Punta Paloma a Bolonia, a las ruinas de la antigua Baelo Claudia. La superficie protegida del Parque es de aproximadamente veinte mil hectáreas, de las que unas diez mil son marinas. Aunque este parque engloba parte de los municipios de Algeciras y Tarifa, es esta última la que realmente alberga los puntos importantes como el “Monumento Natural” de las dunas de Bolonia o la zona de avistamiento de aves del Estrecho.
Imágen de satélite que he obtenido en Internet y a la que he puesto el puntito amarillo de la zona |
El viento, especialmente el de Levante, aunque también el de Poniente, marca el entorno de la zona. El viento marca el crecimiento de las plantas, el comportamiento de los animales,… El viento ha servido de revulsivo para fomentar el turismo de deportes que requieren de este en una frecuencia e intensidad importante, como el surfing, windsurfing, o kitesurfing. El viento ha impulsado el turismo con la aparición de numerosas zonas para alojamiento, tanto hoteles, apartamentos, cortijos rurales o campings. El video que incluimos en este apunte estárealizado en su mayoría con fotos recientes, de hace un par de días, cuando estuvimos en Punta Paloma.
Para los que quieran visitar la zona puede ser una buena opción alojarse en un cortijo, o bien en uno de los campings que se encuentran en la carretera que parte de la antigua N-340 con destino a Punta Paloma. La playa cercana a Punta Paloma forma una Bahía donde los amantes del viento “vuelan” literalmente con sus cometas al aire. A partir de ahí se puede recorrer a pie el camino, desde esta playa, por las respectivas calas, en dirección a la playa de Bolonia. En el camino podemos ver la especial geomorfología producida por la erosión marina y la erosión del viento, las llamadas piscinas de Baelo Claudia, piscinas naturales formadas por las piedras. Hay restos de los bunker antiguos de la Guerra Civil y de pasado más remoto, embarcaciones abandonadas, algunas de ellas pateras procedentes de la inmigración desde la cercana Marruecos (a sólo catorce kilómetros de Tarifa) y finalmente las dunas de Bolonia y la ciudad romana, donde existe un nuevo centro de interpretación histórico recientemente construido (y muy polémico por sus formas). Además al llegar a Bolonia, nos podemos desplazar por la duna principal para ver la flora que se ha ido adaptando a la arena de la playa como el pinar de pino piñonero. Por la noche se realizan actuaciones y representaciones en la ciudad romana; el programa puede consultarse en la web del Conjunto arqueológico. Abajo algunas de las fotos anteriores, la última mi hija montada en una duna como si galopara en el viento.
Marta entre las dunas como una sirenita embarrancada en la arena |
👉 #Playas
Comentarios
Muy bueno el blog, me quedare leyendo un rato mas.
Abrazos, Tincho.