Plaka: un barrio de tabernas

Entre cuesta y cuesta aparece una nueva taverna

Tabernas, en griego ταβέρνα, pero traducido al inglés con la "v" de tavernas. Taberna viene también del latín tabula, "mesa". Es, en definitiva, un pequeño restaurante, a veces no tan pequeño, que sirve comida. Como los griegos han emigrado a muchos países, las tavernas se encuentran por todo el mundo, y especialmente en países como Estados Unidos y Australia, donde taverna es sinónimo de restaurante griego, de parte de la cultura griega. El barrio de Plaka, a los pies de la Acrópolis de Atenas es el barrio típico de tavernas. Además de tener como referentes al Ágora antigua o al Ágora romana, el barrio está lleno de casas pequeñas con fachadas blancas, ocres, colores pasteles, y muchas flores, especialmente la mediterránea buganvilla que lo llena todo. Estas casas, al parecer, fueron construídas por obreros de la isla de Anafi que llegaron a la capital para la construcción del Palacio del Rey de Grecia tras la independencia del país.

Desde casi cualquier calle de Plaka se divisa la Acrópolis

Por todos lados hay muchísimas tiendas de turistas en estas calles, la mayor parte de ellas peatonales y adoquinadas, donde además se vende comida, almendras garapiñadas con sésamo, frutas,... y botellas de agua para pasar el calor de la Atenas estival. El centro arterial de Plaka son las calles Adrianou, Kydathineon y Tripodon. La zona está flanqueada por dos paradas de metro, desde Syntagma, comienzo del barrio de ese nombre, hasta Monastiraki, una especie de protectorado de Plaka. (ver entrada -> mercadillo dominical de Monastiraki).

Puestos de comida y frutas por las calles

El sabor a Turquía es evidente, no solo por sus Baños Turcos (Kyristou 8), sino que, por suerte o por desgracia aquí se asentó el barrio otomano hasta la independencia de Grecia y se considerara a Atenas capital de la nueva nación. Como todos los centros históricos de las capitales europeas ha pasado de ser marginal a ser "chic" y a empezar a valorarse como un lugar muy acogedor y tranquilo para vivir, salvo el deambular de turistas, especialmente en verano, camino de las ruínas de la Acrópolis y el resto de hallazgos arqueológicos. Plaka es un barrio de calles laberínticas, en muchos casos estrechas y en pendiente, que están atiborradas de tabernas y restaurantes. En la zona también hay muchos museos menores, que no por ser pequeños dejan de ser interesantes, como el de Arte Popular Griego o el de Instrumentos musicales. Igualmente el barrio está lleno de algunas Iglesias Bizantinas de las que algún día habrá también que hablar. Para finalizar este relato vamos a decantarnos por dos tabernas de estilos diferentes. Una es la Taverna Platanos y otra la Palia Taverna Tou Psara, una taberna de mariscos.

Taberna Platanos

 

Es una de las más antiguas y con más soleras de Plaka. Es como dice la Guía de Lonely Planet, "una taverna de pueblo", tiene una terraza bajo la sombra de un arbol, se puede ver perfectamente en la fotografía de abajo, y los platos salen a los diez minutos como mucho de que se pidan. Empieza, por la noche a las 7 y media, y a las ocho ya es dificil en temporada alta encontrar mesa fuera. Es muy barato, unos 15 euros por persona con una cerveza Mythos antes y una garrafita de vino de la casa y dos platos, incluso te puede llegar a sobrar dinero. Mousaka genial, empanada de espinacas, el cordero con berenjenas, el saganaki,... todo rico, rico. Y los camareros muy lindos al estilo de pueblo, realmente.

 

Taberna "Platanos" una de las que tiene más solera

Palia Taverna Tou Psara

 

No tiene nada que ver con la otra, es más pija, más cara, pero es ya más parecida a un restaurante. Ocupa dos edificios, dos casas antiguas de finales del XIX restauradas y con el sabor de las calles laberínticas y empinadas de Plaka. Tiene muy buen marisco y buen pescado fresco, que te lo cobran, por cierto. Abajo veis un arroz del pescador que estaba bueno, aunque en Valencia o Alicante lo hacen bastante, bastante mejor, si encuentras el sitio claro. A pesar de ello es una taberna muy recomendable y el sitio es muy acogedor.

Algunas tapas son auténticos platos (arroz del pescador)

Puedes también leerte el libro de Tom Stone: The Summer of my Greek Taverna, Nueva York, 2002