Manhattan medieval |
San Gimignano es un pequeño pueblo amurallado de origen medieval, erigido en lo alto de una de las Colinas de la Toscana, en Italia, se localiza a cerca de 35 minutos en coche al noroeste de la ciudad de Siena y cerca de la misma distancia al suroeste de la ciudad de Florencia. Lo mejor es que te alquiles un coche, a ser posible en el aeropuerto al que viajes (Pisa, Bolonia, incluso Roma). Este pueblo es muy famoso principalmente por su arquitectura medieval especialmente sus torres. El «centro histórico de San Gimignano» ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1990.
En los pueblos amurallados toscanos de la época medieval, las familias adineradas competían entre sí con la erección de torres más altas (a ver quién la tiene más grande como decía Serrat), que simbolizaba más poder y riqueza, y a la vez las torres servían como hostales y fortalezas. Debido a que San Gimignano se asienta en lo alto de una colina, como decía anteriormente, desde el poblado se puede ver muy bien el horizonte a varios kilómetros de distancia. En los tiempos medievales y del Renacimiento era un punto de pausa en la marcha de las peregrinaciones hacia Roma.
En pocos metros te encuentras varias torres |
A diferencia de otras ciudades como Bolonia o Florencia, en donde la mayoría de sus torres se vinieron abajo ya sea por guerras, catástrofes naturales o renovación urbana, San Gimignano ha logrado conservar cerca de 15 de sus 72 torres de diferentes alturas que se han convertido en su símbolo internacional. La ciudad moderna se extiende hoy algunos kilómetros fuera de la muralla, por la que se entra por la llamada Porta San Giovanni. Antes tiene que dejar el coche en un parking, como en todos los pueblos del entorno, al pago de 1,5 ó 2 euros la hora (impuesto revolucionario del "guiri"). Sólo algunos coches pueden entrar en el centro, esto es normal y deseable. Existen, claro está, muchas iglesias: las dos principales son la Colegiata, anteriormente una catedral y San Agustín, que alberga una amplia representación de obras de arte de algunos de los principales artistas del Renacimiento italiano. El Palacio Municipal, en un tiempo sede del podestà, es actualmente el local donde se expone la Galería de la ciudad, con obras de Pinturicchio, Benozzo Gozzoli, Filippino Lippi, Domenico di Michelino, Pier Francesco Fiorentino, y otros. De la Sala Dante del palacio, puede acceder a una Maestà pintada al fresco por Lippo Memmi, así como la Torre del Podestà o Torre Grossa, 1311, que se alza hasta los 54 metros de alto.
San Gimignano es una ciudad muy visitada por los turistas, en verano debe ser insoportable, os lo aviso. Yo elegí la primavera en la que, aunque hay mucha gente, no debe ser comparable con Julio o con Agosto. El corazón de la ciudad tiene cuatro plazas: Piazza della Cisterna, Piazza Duomo, donde está la colegiata, Piazza Pecori, y Piazza delle Erbe. Las calles principales son Via San Matteo y Via San Giovanni, que cruzan la ciudad de norte a sur. No temas perderte porque realmente se ve en un par de horas además del tiempo que dediques a la Catedral y a algún museo.
Si no optas por la opción del vehículo de alquiler, puedes llegar a San Gimignano también en transporte público: un autobús desde Siena, o desde Florencia, transbordando en Poggibonsi.
Otro día os hablaré algo más de San Gimignano, por ahora os dejo con estas torres y con este particular "Manhattan medieval", como ha sido bautizado por los agentes de turismo. Buon giorno a San Gimignano!
Fuente: Wikipedia.
Comentarios
Justo leyendo tu post ayer con mi marido y mirando tus fotos, comenzamos a estudiar posibilidades para nuestras vacaciones de primavera el próximo año, en que queremos llegarnos hasta la región de la Toscana.
Un saludo!
En él se aprecia el poder y la riqueza extraordinarios de los mercaderes medievales. Y goza además,junto a otras villas de la Toscana y pese a la altura de sus torres, de una cualidad que, personalmente, me parece profundamente conmovedora: estar construída a escala humana.
Únicamente le sobran, como muy bien dices, las enormes cantidades de turistas que recorren sus calles cámara en ristre a la caza del souvenir.
Un abrazo