|
Elizabeth Siddal
|
Una de las cosas que tienes que cuidar cuando pasees por Coruña es mirar de vez en cuando para arriba, porque a cada paso que das te encuentras verdaderas fachadas de edificios modernistas, que pueden pasar de largo porque al ser, en algunos casos, estrechas las calles, si no te das cuenta, pasan de largo. Y realmente La Coruña es una ciudad con mucho tesoro modernista. Aquí el Modernismo llegó en el año 1906 y apareció como un estilo acorde con la mentalidad cosmopolita y emprendedora de la Galicia de finales del Siglo XIX y principios del XX. Ya en el año 1883 se puso en marcha la clave de todo este proceso arquitectónico que fue el Ensanche, la ampliación de la ciudad a las actuales calles de Juana de Vega, Picavia, Feijoo, plaza de Lugo y plaza de Pontevedra. La
belle epoque coruñesa estaba marcada por una latente burguesía que daba muestras de su poderío con las lujosas residencias que imitaban las de Viena, París o Berlín. Así se diferenciaban de la vieja aristocracia coruñesa de la Ciudad Vieja que seguía prefiriendo los vetustos caserones, de espaldas al mar y en cierto modo, a la modernidad. Estas casas se diferencian por su decoración floral: hojas de castaños de Indias, hojas de acebo estrelladas, lirios, plantas acuáticas, rosas, nenúfares, flores de loto o camelias multicolores. También están presentes los adornos con alas de libélulas.
|
Casas modernistas |
Abundan los rostros femeninos adornando estos edificios que según
he consultado se inspiran en una particular dama inglesa,
Elizabeth Siddal, la que fue la esposa del pintor prerrafaelita
Dante Gabriel Rossetti. Ella proporcionaba el ejemplo de belleza lánguida, enigmática y sus largos cabellos la hicieron famosa al morir intoxicada por sobredosis de láudano, una mezcla de opio y alcohol. Siddal, cuyo nombre era originalmente escrito Siddall (nos dice
Wikipedia), fue descubierta por Deverell en 1849 mientras trabajaba como modista de sombreros en Cranbourne Alley, en Londres. Fue empleada como modelo por Deverell y a través de él fue presentada a los prerrafaelistas. Sus veinte años, su alto y delgado cuerpo y su cobrizo cabello la convirtieron en una de las primeras modelos "despampanantes" prerrafaelistas. William Michael Rossetti, su cuñado, la describió como "una de las criaturas más bellas, con un aire entre dignidad y dulzura con algo que excedía la modestia y la autoestima y poseía una desdeñosa reserva; alta, finamente formada con un cuello suave y regular, con algunas características poco comunes, ojos verde-azulados y poco brillantes, grandes y perfectos párpados, una tez brillante y un espléndido, grueso y abundante cabello oro-cobrizo." ¡Vaya tela...! Pero Elizabeth Siddal fue, como hemos dicho, la famosa musa de Rossetti, él la pintó constantemente, excluyendo así a casi todas las otras modelos y evitando que ella modelara para los otros prerrafaelistas. Estos dibujos y pinturas culminaron con Beata Beatrix, pintada en 1863, un año después de la muerte de Elizabeth. Ella fue la modelo para dicho cuadro, que muestra a la Beatriz de Dante Alighieri orando. Bueno,... fuera o no fuera tan guapa quizás esta sombrerera no pensaría que formaría parte del paisaje arquitectónico de una ciudad del Norte de España como Coruña.
Los ejemplos más importantes de edficios en la ciudad son: la Casa Rey en la Plaza María Pita (1911), Casa Fuente de San Andrés (1911). Kiosko Alfonso en los Jardines de Méndez Núñez (1912), Casa Molina en Puerta Real (1915) y El Diente de Oro en Puerta Real (1926), aunque hay muchas joyas a lo largo de toda la ciudad.
|
Dos fotos del Kiosko Alfonso, en los Jardines de Méndez Núñez, hoy sede de exposiciones temporales |
|
El Kiosco Alfonso recibe el nombre del Rey Alfonso XIII, para conmemorar una visita que hizo a la ciudad. |
Como decíamos anteriormente, dicen que el año 1906 puede considerarse el comienzo de las construcciones coruñesas del Modernismo, gracias al arquitecto cubano Ricardo Boán y Callejas y al arquitecto coruñés Antonio López Hernández. Ellos son los encargados de ilusionar a los burqueses gallegos con revistas, catálogos y fotografías con diseños del austríaco Otto Wagner y del belga Víctor Horta que inspiró la fundición local de hierro de Wonemburger.
La "gramática de la ornamentación" del inglés Owen Jones (1808-1874) influye en el Modernismo coruñés. Los artistas locales decoran las fachadas y los portales con lirios, hojas de castaños de indias, plantas acuáticas, rosas y camelias en guirnaldas multicolores que salen al encuentro del paseante para dar placer a los sentidos. La rosa de Glasgow del arquitecto Ch. R. Mackintosh y plantas de tallos ondulantes que transportan savia se apoderan de las galerías. Entre ellas se extienden las superficies transparentes del cristal como alas de libélulas. Puedes ampliar (click) las fotos y verás cómo en algunos azulejos de estas casas aparecen estas decoraciones. Como la inspiración viene de Oriente, la influencia japonesa se hace patente en forma de lirios repujados, cañaverales y mariposas sobre nenúfares, hojas de acebo estrelladas y flores de loto que enmarcan ventanas y ascensores dando lugar a una arquitectura llamémosle "ecológica".
El Kiosco Alfonso, de Rafael González Villar, año 1912 representa un magnífico ejemplo de la arquitectura de recreo de principios del siglo XX, podeis ver dos fotos arriba. Es de planta rectangular, fue café, sala de espectáculos y cine, cuya pantalla central distribuía el espacio en dos salas.
Los espectadores veían, desde una de ellas, la película en positivo, y al "revés" o en negativo, desde la otra, con entrada más barata. ¡Qué cosas! Bueno dejo de enrollarme con los textos y os dejo con las fotos que hicimos en este Otoño, donde nos acercamos por La Coruña. Haremos más posts en otros momentos de esta atractiva y super recomendable ciudad.
|
Folleto de la ruta modernista de La Coruña |
+info:
Comentarios
Un saludo!
Por cierto, añádeme en tus blogs viajeros que te tengo en los míos hace tiempo..!!
Saludos
Gracias por compartir.
Alfonso. www.thewotme.com
Saludos!