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Una noche en… una jaima (dunas de Merzouga)

Las jaimas del desierto

Ya hemos hablado en este blog en varias ocasiones con la coletilla "una noche en…" (un riad, un monasterio budista, un castillo,…). Hoy os trasladaremos nuestra sensación de estas Navidades en el desierto del Sahara, en la frontera entre Marruecos y Argelia: las dunas de Merzouga. Nuestras actuales tiendas de campaña proceden precisamente de esas antiguas jaimas berebéres. La Academia habla de la palabra jaima, como procedente del árabe ẖaymah: "Tienda de campaña de los pueblos nómadas del norte de África".


Para conseguir este sueño nos desplazamos desde Marrakech a las dunas de Merzouga. Contratamos (tres meses antes, porque era Navidad) la excursión desde España a través de una página web, de la que no vamos a hacer propaganda, pero que cumplió con todos los puntos acordados, como el de recogernos en el riad que estábamos en el día y a la hora. Luego nos dijeron que en esos días hay más demanda que oferta, más turistas que camellos, jajaja… La realidad este año, debido a los atentados de París, fue diferente, porque el turismo en Marruecos se ha pegado un batacazo con el miedo de los occidentales a ir a cualquier país árabe o beréber, como es el caso de nuestro vecino del sur.

El pueblo de Mezouga es el más famoso de Erg Chebbi, un erg subsahariano ...

No hay nada más espectacular que salir de noche en camello e ir viendo cómo amanece en el desierto,
cómo los colores van cambiando y los reflejos del sol recién salido en las dunas.

La propia Wikipedia nos da información de Merzouga, (31°5′57″N 4°0′42″W), un pequeño pueblo en el sureste de Marruecos, residencia precisamente de nuestro guía Hassan, una persona encantadora por cierto, que dominaba casi todos los idiomas posibles, hasta el japonés. Merzouga está a unos 35 kilómetros al sureste de Rissani, a unos 45 kilómetros de Erfoud, y muy cerca de la frontera con Argelia.

Nosotros hicimos un camino de ida y otro de vuelta, fuimos de Ouarzazate a Tinghir por la N-10, luego Erfoud y más tarde a Merzouga. Para la vuelta cogimos por el sur a través de Rissani por la N-12 hasta Tazzarine y por la N-9 y el valle de Draa, precioso por cierto (ya hablaremos en posteriores entradas de estos valles, y del Atlas y el Anti Atlas o Pequeño Atlas, ¡qué paisajes!). El erg es la región arenosa de un desierto, que viene de la palabra árabe `arq (عرق) usada para definir esas zonas del desierto del Sahara.

El concepto de "erg" se contrapone al de "hamada", el desierto pedregoso. Merzouga también cuenta con el mayor cuerpo natural de agua en Marruecos. De hecho, aunque pueda parecer sorprendente, en 2006 Merzouga experimentó devastadoras inundaciones repentinas, desplazando 1200 personas y dando lugar a algunas muertes. Alrededor de las dunas de Erg Chebbi, existen otros pueblos menos conocidos: Hassilabied a 4 km de distancia, Tanamoust a 3 km de distancia, Takoujt a 1,5 km de distancia, Khamlia a 7 km y a 15 km, Tisserdmine. En Ksar Hamlia la población es sobre todo gnawa, descendientes de antiguos esclavos mauritanos de Marruecos y tienen una música muy característica en la que utilizan instrumentos que recrean el ruido que hacían las cadenas de sus antepasado.


A pesar de estar en pleno desierto, tampoco hay que pensar en que esto es "el culo del mundo", ni mucho menos, Merzouga es un pueblo muy preparado para los viajeros que llegan hasta aquí, hay una gran oferta hotelera para todos los gustos.

Bueno, sigo con la historia: llegamos a Merzouga a eso de las cuatro y media de la tarde, más o menos. Desde Merzouga ya no hay carreteras y existe la opción de los camellos o la mecánica (contaminante y ruidosa) de los 4x4 o de los squads. Nosotros, como os decía al principio, cogimos la opción del camello. Una horita con el atardecer para ir y otra para la vuelta al amanecer. La noche la pasaríamos en la jaima.


¿Cómo sería la jaima? Ahí estaba nuestra sorpresa, nuestra grata sorpresa porque fue lo más sorprendente el tinglado tan bien montado que tiene esta gente. Solo le faltaba el WiFi jajajaja… tenía la jaima una señora cama, un cuarto de baño con wc, lavabo y ducha ¡con agua caliente! No se llenaron todas las jaimas porque como os dije al principio de la entrada son muchas las cancelaciones que se produjeron desde los atentados de París (incluso el vuelo de RyanAir Sevilla-Marrakech a la vuelta venía con muchos asientos libres, cosa que no suele ocurrir y menos en Navidades).
 

Cenamos en la parte del campamento dedicada a restaurante, muy bien servidos y ya entrada en la noche se formó la fiesta, con tambores y cantos en el entorno de una hoguera. Sensacional, un poco de frío pero que se aguantaba perfectamente con el fuego de la leña.


Ya al amanecer, despertador a las 5, desayuno, el frio era un poco más intenso, pero bien abrigado y al camello.

La luna estaba llena, los colores a las 5 y media eran impresionantes.

Quizás fue el momento más impresionante, el salir del sol, los reflejos en la arena, una sensación de silencio, subiendo y bajando las dunas.


Muy recomendable, al menos una vez en la vida. Ojo, esto está domesticado, aquí los riesgos están muy controlados, nadie se va a perder en el desierto, los camelleros saben de sobra el recorrido, y la jaima, como habéis visto por las fotografías son de lo más cómodas y nada que ver con las de los beréberes, pero no por ello es una experiencia inolvidable.


La mezquita de Merzouga se avista, ya es de día… hemos vuelto "a la civilización"

as-salām `alaykum (السلام عليكم)

Comentarios

Gaolga ha dicho que…
Que lindos paisajes!!! y no me hubiera imaginado que dentro de las carpas habria un baño en toda regla!

Saludos
Jose ha dicho que…

Yo estuve hace años en Marrakech y me quede con las ganas de hacer esto pero desgraciadamente no había tiempo para más... Viendo las fotos está claro para la próxima me lo preparo con tiempo :)

Un saludo
Ida y Vuelta blog de viajes ha dicho que…
Maravilloso, Paco. La verdad es que estará todo controlado y será algo distinto de la experiencia real de los beréberes pero me parece algo para hacer una vez en la vida. Esos colores, esos sonidos ausentes, esa luz del atardecer y del amanecer.

¡Me lo apunto sin dudarlo! Gracias.
Viajes y Rutas ha dicho que…
No me hubiese imaginado una habitación así, un lujo desde luego. Preciosas fotos Paco.
Un saludo (y feliz año)
Carmen
WOW!!! Que experiencia!!! nunca hemos estado por esas tierras pero nos has hecho viajar a ellas. Aunque como dices, esta todo "domesticado", pero la experiencia de vivir el desierto, viajar en camello y ver un amanecer como el que nos relatas en verdad nos invita a agregarlo a la lista. Gracias por compartir y por las excelentes fotos. Feliz año y saludos :)
María Grau ha dicho que…
Me encantan las fotos y la luz. Me lo apunto para mis proximas incursiones a Marruecos. Un saludo.
zahra ha dicho que…
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