La garganta del Dadès y del Todra

Desde Marrakech, habíamos llegado a la Kasbah de Ait Ben Haddou, la ciudad fortificada más sorprendente de Marruecos (de la cual ya hicimos en su día una entrada aquí en el blog), para continuar la ruta pasando por Ouarzazate, para finalmente llegar a las Gargantas del Dadès, como era muy tarde nos alojamos en un hotel en la carretera. El paisaje único semi-desértico con tan solo algunas aldeas beréberes.

 

Amanece en el Dadès

Muy temprano desayunamos, al amanecer nos pusimos en camino hacia el Valle del Dadès y cruzamos las increíbles Gargantas del Todra, y atravesamos el Palmeral de Jorf, donde dicen salen los mejores dátiles de Marruecos. Pero vamos por parte. Decíamos que ya desayunados volvimos a la carretera...

La luz temprana ilumina la garganta del Dadès

El barranco del Dadès es uno de los desfiladeros del Alto Atlas más visitado por los turistas, aunque es verdad que después de los atentados yihadistas el turismo ha bajado mucho en la zona. El Dadès es un río cuyo valle alto va entre las localidades de Boumalne Dadès y Msemrir. Estas aguas luego giran hacia el sur y forman la famosa garganta para luego volver hacia el oeste, entre las cordilleras del Alto Atlas y el Anti-Atlas. Junto al río Ouarzazate, se une al río Imini para formar el río Draa, en el tramo embalsado por la presa El mansour-Eddahbi.

A la garganta no es difícil de llegar, nosotros íbamos en una especie de Jeep, pero hay gente que accede desde Tinerhir en vehículo de alquiler o en taxi. Lo más bonito es el paisaje, el verlo poco a poco a medida que el sol se va elevando. Abajo en algunas fotos se puede ver las vistas de estas formaciones rocosas. Los montes rodean forman verdaderas gargantas y cañones kársticos. En la foto de arriba se puede ver el plegamiento y los relieves de erosión donde predomina el rojizo sobre el fondo más apagado del Atlas. Las gargantas del Todra son reconocidas mundialmente por ser uno de los cañones rocosos más espectaculares y realmente no defraudan para nada, abajo se puede ver la altura.

El valle "enverdese" junto al río, contrastando con su alrededor en forma de desierto rocoso. Se ven pueblos abandonados y algunas pequeñas poblaciones que viven en casas muy rudimentarias. Como antiguamente los grupos de mujeres lavando en el río la ropa.

 

El Valle de las gargantas del Dades tiene unos veinticinco kilómetros y el paisaje como se ve en las fotos es precioso, el río, las casas. Aquí la población es mayoritariamente bereber. Tineghir es un gran oasis poblado. Estos oasis del sur marroquí son patrimonio de la humanidad, y hay una gran abundancia de yacimientos geológicos y minerales. Los palmerales pertenecen a las tribus bereberes que se asentaron en esta zona tan rica en humedales.

 

Abajo el camino entre el Dadès y el Todra...

 

Y bueno, espero les haya gustado. Marruecos siempre te fascina, el sur quizás más.

Hasta la próxima,

¡Saludos viajeros!

---

Hotel en el que nos alojamos en el Dadès (Xaluca Dades), que no estaba mal.

Se encuentra en lo alto del Valle de los pájaros, a 1612 metros de altitud.

Marruecos