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Marzabotto y la sonrisa etrusca

Ciudad etrusca - Museo Nacional Etrusco Pompeo Aria, Marzabotto

José Luis Sampedro en su novela La sonrisa etrusca nos hizo ver (bueno, popularizó) la importancia de esta cultura, invisibilizada en parte por los romanos. El territorio etrusco se extendía desde Roma, por el sur, hasta Bolonia o Milán por el norte. El Museo Nacional Etrusco de la ciudad de Marzabotto, a algo menos de una hora de Bolonia, será nuestro objetivo en esta entrada del blog. Se llama así en la memoria del Conde Pompeo Aria. Aunque más que destacar como Museo, su importancia se debe a que junto a él se encuentra una vasta área arqueológica. Son precisamente estos restos estructurales de esta antigua ciudad, la que hace que el sitio sea un caso único en el panorama de las ciudades habitadas etruscas. Sin duda tiene una preservación importante de lo que fue esta ciudad etrusca, al menos en su diseño original. Todavía hoy es posible viajar a lo largo de esos antiguos caminos a lo largo de los cuales surgen casas y edificios sagrados.

En Marzabotto se encuentran los restos de esta ciudad etrusca del siglo V a.C. —que algunos identifican como la antigua Misa y ya hoy como Kainua, debido a recientes pruebas, como veremos posteriormente— protegida en el oeste por las montañas (ver foto abajo), y al este y sur por el río Reno, que por un cambio en su cauce ha destruido aproximadamente la mitad de ella. La acrópolis, estaba justo por debajo de la villa. Después de los etruscos, el lugar fue habitado por los galos, y sin embargo no fue ocupada por los antiguos romanos lo que ha facilitado su conservación más auténtica.

Valle del río Reno

Marzabotto es un pequeño pueblecito al sur de Bolonia, a 27 Km. Y es tristemente famoso, además de por los restos etruscos, por la matanza ocurrida en la Segunda Guerra Mundial, llevada a cabo por el Waffen-SS contra la población civil entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre de 1944 en represalia por el apoyo a los partisanos de la resistencia italiana. Aquí los nazis sistemáticamente asesinaron a centenares de personas, algunas fuentes hablan de hasta mil ochocientos muertos, entre las víctimas hubo niños menores y ancianos.
 

El reciente descubrimiento de un fragmento de cerámica permitió identificar la ciudad con el nombre de Kainua, del griego Kainos / kainòn que significa "nuevo": la "Ciudad Nueva".

.. el pequeño museo

Cuando uno llega al museo, en principio se lleva un poco de desilusión, ¡qué pequeño! pero luego resulta que lo más importante del lugar no está en el recinto museístico sino en los restos de la ciudad.


La importancia de esta "nueva" ciudad de Kainua es evidente por los restos encontrados, exhibidos desde finales del siglo XVIII, aunque en los últimos tiempos se han incrementado considerablemente con unos descubrimientos con motivo de las obras para el alojamiento del parque alrededor de la villa.
 

Las excavaciones de estos terrenos, propiedad en el siglo XIX del Conde Pompeo Aria, continuaron durante años y en 1933 obtuvo la condición de zona arqueológica, y finalmente de propiedad pública el museo se trasladó a su actual sede, y la estructura de la exposición que vemos hoy es la de 1979.
 
"la Dama de Marzabotto"

El descubrimiento más importante de las excavaciones llevadas a cabo en los últimos años en la zona sagrada por el noreste de Kainua fue sin duda una estatuilla femenina, un exvoto de bronce, una ofrenda que hacían a sus dioses. Se halló en el área de un gran santuario en el borde de la ciudad. La presencia de la flor de loto era uno de los atributos de las diosas, el santuario fuera del área urbana probablemente estaba dedicado a Afrodita. Otra hipótesis llevaría a acreditar a "la Dama de Marzabotto" a la esfera humana, ya que podría ser la figura de una dama de rango, el regalo más elevado para ofrecer a la divinidad del lugar. Un elemento importante en esta segunda hipótesis, de la interpretación humana a favor de la figura femenina podría ser el gesto que caracteriza a la "dama" al recogerse la prenda como las chicas aristocráticas de la acrópolis que vestían con largas túnicas, en un movimiento que todavía hoy es un claro signo de reverencia.

Plano de la excavación

 Fuente: Web del museo


Arriba podemos ver un plano de la excavación. Había ocho distritos, en cuatro calles principales, y en su parte más al norte estaban las áreas públicas más importantes de destino al culto, la acrópolis, con los edificios más emblemáticos, como templos o plazas de reunión (ágora), y en ellas se reunían las personalidades de la ciudad o se celebraban actos importantes. Estaba el templo urbano dedicado a Tinia, que era la suma de las deidades de los etruscos, algo así como el Zeus de los griegos. De particular interés son los restos de las viviendas privadas, que dan fe de una fase importante en el proceso de formación de la casa urbana, y sobre todo la rica necrópolis.

La historia "viva" de esta ciudad etrusca duró cerca de dos siglos, desde finales del siglo VI a mediados del siglo IV a.C. Lo que hace que este sitio un testimonio excepcional en el contexto de la civilización etrusca, donde se puede apreciar perfectamente una planificación de ciudad bien definida. Influenciada por la doctrina urbanística griego con la cuadratura de calles y manzanas, diferenciando las zonas de culto, viviendas y la parte industrial de sus fábricas. La ciudad era tránsito hacia el Po, y tenía el importante papel de bisagra en las mercancías que se movían a lo largo de ese eje. En particular, el flujo de metales de la Toscana tuvo que provocar una animada actividad metalúrgica, tanto con respecto al bronce como al hierro. También es notoria la producción de cerámica, tanto loza como ladrillos, alimentadas por la buena calidad de la arcilla local y de la gran cantidad de agua del cercano río. La prosperidad de esta ciudad se interrumpió en la mitad del siglo IV a.C. por la invasión celta.
 

En la acrópolis se pueden visitar los restos de los pedestales de cinco edificios públicos monumentales, de destino sagrado relevantes para el siglo V. a.C. El área arqueológica son de alrededor de 18 hectáreas, donde uno va caminando a lo largo de las antiguas calles principales, de quince metros de ancho. En el extremo este de la meseta se encuentra otra entrada a la ciudad antigua, inmediatamente afuera se extiende la necrópolis que se caracteriza por lápidas sepulcrales coronadas por los característicos marcadores de huevos (se puede apreciar en la foto de abajo estos "huevos"). Otra necrópolis, bastante similar, se encuentra al norte de la ciudad.


Me despidos de ustedes,
pero la etrusca no se sonríe,
habrá que volver otro día.
¡Hasta la próxima!


En un súbito impulso se abrazaron, se abrazaron, se abrazaron. Metiendo cada uno en su pecho el del otro hasta besarse con los corazones.
(La sonrisa etrusca, José Luis Sampedro)

Sarcófago etrusco que da título a la novela, en Villa Julia, Roma ©Gebruiker

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me ha encantado tu entrada sobre Marzabotto y el Museo Pompeo Aria.

Es un museo interesante y perfecto para saber más, sobre el poco conocido Arte Etrusco.
Por las fotos, veo una cierta influencia griega no sólo en la planificación de la ciudad. También, la advierto en las esculturas. Algunas, recuerdan a las esculturas griegas del periodo arcaico de los kouros. Sobre todo en la rigidez, la forma del pelo y los ojos un poco rasgados.
Salu2
CarmeLa
Anónimo ha dicho que…
Más que interesante post... me quedó flotando el contraste de la historia triste de las segunda guerra con un sitio tan bonito... y, como cada vez que leo sobre civilizaciones pretéritas, no puedo más que agradecer que sus restos nos permitan conocerlas. Tendré que pasar por allí cuando ande por la zona.

PD: ¡gran foto del final! jajaaj
Anónimo ha dicho que…
Ah, olvidé firmar, soy Ale Martinez Notte el del comentario de las 16:16
Cris (wircky) ha dicho que…
Me ha sorprendido tu conocimiento del mundo etrusco. A mí me encanta conocer este tipo de yacimientos, lo único que si no voy con guía, no soy capaz de reconocer nada. Por ejemplo, tus fotos de las antiguas viviendas y necrópolis, si no me lo explican, me quedo igual jaja. Pero cuando te cuentan, resulta muy interesante imaginar cómo fue la vida en el pasado.
Un artículo muy completo, y desde luego cuando vaya allí, ya entenderé lo que estoy viendo.
Un saludo!