La vista más típica de uno de los pueblos más interesantes de Vizcaya. |
Lequeitio se dice que procede del término vasco lekuitua que se puede traducir como "lugar ahogado". Pero hay otras interpretaciones como la del mismísimo Sabino Arana que apuntó a Lea-kai-tio relacionado con el significado de puerto del Lea, que es el nombre de la ría de la villa. Lo que si está claro que todos estos pueblos cantábricos tienen una relación con el mar, con sufrimientos de naufragios y que han vivido encerrados en la ría mirando siempre al mar que les daba el sustento para vivir, aunque asentados entre montañas, en el caso de Lekeitio sobre las laderas de los montes Otoio y Lumentza.
Escudo de Lekeitio |
En el escudo se nota ese carácter marinero de la villa, la ballenera tripulada y con arpones alcanza una ballena y su cría, además lleva dos lobos y una torre, en cuyas almenas hay dos reyes moros. El lema:
LEQUEITIO REGES DEBELLAVIT HORRENDA CETTER SUBJECIT TERRA MARIQUE POTENS
Lequeitio potente por tierra y por mar captura reyes y horrendos cetáceos
Bisonte rojo y cabeza de caballo en la parte derecha del bloque, imagen de la web de la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco |
Un poco de historia
Cerca de Lekeitio está la cueva de Lumentza (foto de arriba), origen de los primeros asentamientos prehistóricos. Estos restos abarcan un período que va desde el Paleolítico Superior hasta la romanización. Se encuentra en un cerro sobre la desembocadura del río Lea, está a diez minutos en carretera, a la altura del Astillero Eiguren, aunque luego tienes que subir andando. La orientación de su boca principal hicieron de este un lugar privilegiado para los primeros habitantes de esta zona.
En 1325, María Díaz de Haro, señora de Vizcaya, fundó la villa de Lequeitio y le otorgó su carta puebla dotándola de los fueros correspondientes. En 1334, el rey Alfonso XI ordenó levantar murallas. La pesca fue tan importante que los lekeitiarras tenían dos alcaldes, uno elegido por sus habitantes y otro designado por la Cofradía de pescadores de San Pedro. En el siglo XV se construyó el actual puerto, posteriormente reformado con la construcción de nuevos muelles y un malecón, destinado a evitar la entrada de arena. Tres marineros de Lekeitio se dice que fueron tripulantes de la "Santa María", la nao capitana de Cristóbal Colón.
Durante el periodo de Alfonso XIII se promociona la zona por las visitas de miembros de la aristocracia, como la de la última emperatriz austro-húngara, Zita de Borbón-Parma, que se alojó en el Palacio Uribarren, que hoy es el Hotel Silken. Hoy día Lekeitio pertenece a Lea-Artibai, la comarca de Vizcaya que fue la antigua Merindad de Marquina, y que se ubica en el extremo noreste del territorio, limitando con la provincia de Guipúzcoa.
Nosotros llegamos a Lekeitio un día de finales de octubre, un tiempo más del sur que del norte, y aparcamos cerca del Batzoki, para bajar andando hasta toparnos en la Plaza de la Independencia con una monumental iglesia, la de Santa María.
La iglesia parroquial de la Asunción de Santa María de Lekeitio
El actual templo de estilo gótico fue terminado a finales del siglo XV en el mismo sitio donde antes había otra iglesia de estilo románico |
La iglesia fue "retocada" en el siglo XIX siendo entonces reconocida como basílica.
Interior de la basílica |
Como vemos arriba, en su interior hay un retablo del altar mayor policromado y bañado en oro, que ¡oh...!, no pudimos ver, porque solo abre los sábados por la tarde y los domingos por la mañana. Nos conformamos con verla en fotos (arriba unas que saqué de Wikipedia de ©Lumentzaspi).
Templete |
Monumento a Pascual Abaroa Uribarren: escultura en bronce creada por Moisés Huerta en 1934, a los pies del hombre se encuentra el escudo de la ciudad |
Lekeitio celebra sus fiestas patronales de San Antolin del 1 al 8 de septiembre, incluyendo el Día de los gansos, el Antzar Eguna el día 5, una fiesta tradicional pero un poco bruta, los jóvenes montan en pequeñas embarcaciones y de uno en uno cogen al ganso, que cuelga de una cuerda que cruza el puerto de un muelle a otro, afortunadamente el ganso ahora se cuelga muerto o bien uno de goma, pero no se puede decir que sea una fiesta muy ejemplar. Eso sí, todos visten con el traje tradicional de mahón con la típica blusa azul y el pañuelo a cuadros de arrantzale. Por supuesto que a ello hay que añadirle la música y la gastronomía vizcaína. Otra fiesta menos violenta es la fiesta de San Pedro, a finales de junio, hay un espectáculo muy bonito en el que el danzante baila sobre un arcón sostenido por ocho marineros, se llama la Kaxarranka, que tiene su origen en el cambio de mayordomo de la cofradía de pescadores. El mayordomo era el encargado de llevar las cuentas y gestionar la cofradía y solía ser elegido por los propios pescadores.
La última casa del paseo, antes del espigón, con una cruz que recuerda a los lekeitiarras que se perdieron en la mar, ...y que fueron muchos años atrás |
Porque Lekeitio es sobre todo mar, los barcos de los pescadores, de los arrantzale, que ahora se mezclan con las embarcaciones de recreo, el turismo es uno de los grandes recursos en un pueblecito que recuerda mucho a 👉 Bermeo, y con una población de unos siete mil habitantes |
Playa Isuntza
Playa Isuntza, la más pegada a la parte urbana de la ciudad |
Playa de Karraspio
La playa de Karraspio no es exactamente de Lekeitio, aunque practicamente está al lado, pero forma parte ya del municipio de Mendexa |
Isla de San Nicolás
La isla de San Nicolás, repoblada de conejos, eso dicen... a la cual se puede acceder a pie en marea baja, y al faro de Santa Catalina, con un paisaje impresionante |
La ría divide las dos playas cercanas a Lekeitio, como se puede ver en esta fotografía |
Desde la punta del espigón que da entrada a la ría se contempla adormilado el Cantábrico, que cuando ruge levanta las olas hasta el propio paseo marítimo |
Y algo importante ¡hay que comer!
Para comer nos recomendaron el Asador Erretegia, justo al lado del puerto y mereció la pena por el producto, la amabilidad y unos buenos vinos |
...y el rodaballo para celebrar la visita a Lekeitio |
Y esto es todo desde un día espléndido de otoño donde parece que estamos en Andalucía.
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