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El monasterio fue fundado por la condesa Doña Mencía, hija de Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya |
En nuestra ruta por el románico palentino nos encontramos con el monasterio de Santa María y San Andrés, una abadía de monjas cistercienses, de la Congregación de San Bernardo, en la localidad de San Andrés de Arroyo, en la comarca de la Ojeda. La visita es muy interesante y son las propias monjas las que te enseñan la abadía. Es un monumento ejemplo del arte cisterciense rural, entre los siglos XII y XIII. Un buen ejemplo del románico al gótico.
Tienes que reservar con antelación la visita por email
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Un poco de historia
El monasterio fue fundado, como hemos dicho antes, por la condesa Doña Mencía, que nació en 1155 y se desposó con el conde Álvaro Pérez de Lara, quien falleció en 1173, lo que motivó a la joven viuda a emprender la fundación de un monasterio cisterciense, en el que ocupó el cargo de abadesa hasta su fallecimiento en 1228.
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Los constructores del monasterio eran de la corriente o escuela hispano-langedociana |
La iglesia fue consagrada el año 1222. La actividad constructiva en San Andrés de Arroyo tuvo dos fases principales: la primera de ellas, entre los siglos XII y XIII, cuando se edificaron la iglesia, el claustro y sus dependencias asociadas, y la segunda, en la Edad Moderna, cuando se reformó la cilla y se levantaron los patios auxiliares y los edificios que cierran el coto monástico. Fue de los pocos monasterios que no desaparecieron bajo la deamortización de Mendizábal ni tan siquiera en la reciente Guerra Civil, por eso su trayectoria es de casi 850 años de continuidad. El edificio fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931 y actualmente se encuentra dentro de la categoría de Bienes de Interés Cultural.
Se puede ver en la visita (foto de arriba) cómo eran las celdas de las monjas.
En la restauración de la cilla o bodega del siglo XVIII han aparecido varios sepulcros antropomórficos.
El claustro
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La joya del monasterio es el claustro de arcos |
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Las galerías norte sur están constituidas por dieciséis arcadas y la del oeste diecinueve |
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La espiritualidad cisterciense está cimentada en la Regla de San Benito “Ora et Labora” |
Como veis en la foto de abajo, las columnas de las esquinas son más gruesas y espectaculares, más decoradas, con capiteles en filigrana en relieve que suelen aparecer en otros monumentos de estilo cisterciense. Es quizás la obra más emblemática de la abadía.
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Fijaros en el fuste labrado dibujando franjas en zig-zag y flores de seis pétalos |
Sala Capitular
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Se trata de una estancia cuadrada con una espléndida bóveda de crucería |
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Los dos sarcófagos decorados con motivos evangélicos son de la primera y segunda abadesa: la condesa Mencía y la condesa María Díaz de Haro, sobrina de la fundadora, ambas condesas de Lara |
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A la sala se accede desde el claustro como vemos en la foto hay cuatro ventanales apoyados en columnas con capiteles preciosos de hojas rizadas |
Abajo algunos detalles de los enterramientos de la sala capitular del siglo XIII y de la imagen románica en piedra de San Andrés, cuyo hallazgo propició la fundación del monasterio.
Iglesia
Y finalmente en la visita llegamos a la iglesia del siglo XIII, se accede por su lado norte a través de un pórtico. Tiene planta de cruz latina con una sola nave de cinco tramos, crucero y cabecera triple.
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El ábside central es heptagonal |
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En el brazo derecho del crucero existe una portada en arco apuntado |
Los dos ábsides laterales son cuadrados con bóveda de crucería. En las tres capillas se conservan las credencias presbiteriales formadas por arcos de medio punto con columnas de separación y capiteles.
Por último os dejo un mapa para que sepáis donde está la abadía 👇
Se me olvidaba decir que las monjas hacen dulces y delicias que pueden comprarse en el convento o bien pedir por email, el mismo que para la reserva de visita. Hasta la próxima viajeros !!
Comentarios
¡Cuánto "ora et labora" respira este monasterio cistercense!. Son muchos años desde su fundación y parece que se conserva muy bien. Las columnas de las esquinas son maravillosas. Un trabajo de cincelado muy delicado. Solamente, por ver este claustro ya merecería la pena hacer el viaje.
Gracias por acercarnos la Abadía de San Andrés de Arroyo.
CarmeLa