Qué ver en Jerez de los Caballeros

Vista de Jerez desde la fortaleza

Normalmente siempre que hablamos de Jerez lo relacionamos con Jerez de la Frontera en la provincia de Cádiz, pero hay otro Jerez en Extremadura, fronterizo con Portugal, que es Jerez de los Caballeros, declarada como conjunto histórico artístico monumental. Yo no lo conocía y allí nos fuimos en un tiempo de navidades. Nada que ver con el Jerez gaditano de casi doscientos mil habitantes, este Jerez extremeño es muy pequeño, llega con dificultad a los diez mil, pero tiene mucho que ver y la visita lejos de decepcionarnos fue muy interesante. El lugar ha estado habitado desde la Prehistoria, nosotros visitamos uno de los restos más famosos que es el dolmen de Toriñuelo, así como los restos de un puente romano, también en las afueras del pueblo. Aquí en Jerez de los Caballeros nacieron algunos de los españoles que fueron a América en el siglo XVI, como Vasco Ñúñez de Balboa, Hernando de Soto Pedro Portocarrero, Pedro Maraver de Silva, Juan García de Carvajal, o Juan Rodríguez Espejo.

👉 Dolmen de Toriñuelo

Por cierto a mitad de camino desde Zafra a Jerez pasamos por un pequeño pueblecito muy interesante que se llama Burguillos del Cerro: abajo en la foto se puede ver el castillo de origen musulmán, que fue conquistado en el año 1230 por los Templarios. La iglesia que se ve es la Parroquial de Sta. Mª de la Encina y San Juan Bautista del siglo XVIII.

Burguillos del Cerro

En este viaje por el sur de Badajoz ya de por sí el paisaje es una maravilla: encinas, alcornoques, quejigo... Se trata de unas tierras donde fue fundamental la presencia de las órdenes militares. El territorio estaba dominado por la Orden de Santiago o por la de los Templarios, como era el caso de Jerez de los Caballeros o Fregenal de la Sierra. Estos ayudaron a los reyes contra los musulmanes y en el control de los pueblos que iban conquistando.

Pero antes de hablar de los templarios retrocedamos algunos años...

En la ocupación romana, Jerez es bautizada como Fama Iulia Seria con una cierta población si se corresponde con los hallazgos arqueológicos. Era una ciudad de paso entre dos ciudades importantes: Itálica y Emérita Augusta a través de la Vía de la Plata.

Los romanos en Jerez

Puente romano conocido como "El Pontón"

El Pontón es un puente romano sustentado sobre una roca granítica. Es del siglo II y está situado sobre un afluente pequeño del río Ardila. Los arcos están hechos también de bloques de granito. Es pequeñito pero se conserva relativamente bien, su longitud es de doce metros. Está pegado a la carretera aunque no muy bien señalizado.

El otro puente romano conocido como "El Puente Viejo"

Este de arriba está sobre el Río Ardila, afluente del Guadiana, también está labrado con sillares de granito en los arcos y el resto en mampostería, unida mediante argamasa. Es mucho más grande que el otro y tiene ocho vanos mayores y cuatro pequeños. Fue reconstruido en la Edad Media. De la época romana se han descubierto en Jerez numerosas estelas funerarias de familias romanas importantes como Julia, Helvia o Vibia.

Y ahora sí, pasemos a hablar del Jerez del Temple...

La Orden del Temple: los templarios

En Jerez todo respira al Temple ...

 .... su centro es la fortaleza, donde los últimos caballeros se refugiaron cuando los iban a prender

Es en el siglo XIII, cuando, bajo la orden del rey Alfonso IX, los templarios tomaron este pueblo e hicieron a Jerez de los Caballeros capital del Bayliato de Xerez. El castillo es de origen musulmán, el alcázar, pero fue ampliado por los caballeros templarios y consolidado después por la otra orden, la Orden de Santiago. Su construcción gira alrededor de un gran patio central, con forma de pentágono irregular. Consta de un perímetro de casi dos mil metros y una superficie de unas quince hectáreas. Con la extinción de la Orden del Temple, Jerez pasó a ser dominio de la corona, pero Enrique II entregó la entonces Villa de Xerez a los Caballeros de la Orden de Santiago, a partir de ahí se empieza a conocer como Jerez de los Caballeros, por los caballeros de Santiago no por los del Temple.

Te encontrarás con algunas de las partes de la muralla que aún siguen en pie

Caminando por alguna cuesta, accedes a la fortaleza ...

El conjunto tiene veintiseis torreones, algunas conservan el estilo de la antigua alcazaba

La Torre del Homenaje es la más conocida, aunque puedes visitar varias torres ...

... la de la Castilla del Carbón, la de la Veleta o la de las Armas

Sobre la Torre del Homenaje hay una leyenda que hace que se conozca como la Torre Sangrienta. Como hemos dicho antes la Orden del Temple cayó en desgracia: se ordena su disolución en 1312 por bula del papa Clemente V y todas sus posesiones de Castilla, y en concreto la comarca de Jerez, se ordena que pasen a la Corona.

A los caballeros ni se les pasó por la cabeza rendirse, se negaron a entregar la villa al rey Fernando IV, por lo que fueron derrotados y degollados en la torre del Homenaje (foto del interior), de ahí que sea conocida popularmente como la Torre Sangrienta

Además puedes aprovechar desde arriba de la fortaleza para sacar fotos de la ciudad...

En esta vista se percibe el perfil de las iglesias

Las iglesias de Jerez de los Caballeros

El perfil de la localidad se caracteriza por sus cuatro torres: la muy espectacular de San Bartolomé, la de San Miguel Arcángel, la de Santa María de la Reencarnación (abajo) y la de Santa Catalina. Las torres se vinieron abajo con el terremoto de Lisboa de 1755 pero se reconstruyeron.

Desde aquí se tiene una buena vista de la Iglesia de Santa María de la Encarnación desde la fortalez

La Encarnación es la más antigua pues se remonta a la época visigoda. En su interior existe una columna con la inscripción “en el día noveno de las calendas de enero, de la era 594 fue dedicada esta iglesia a Santa María”. Fue la iglesia principal cuando la población cayó en poder de la Orden Templaria. Tuvo un incendio importante en 1965.

Iglesia de San Bartolomé

Está dedicado al Patrón de Jerez. Data del siglo XV pero reformada en el siglo XVIII. Quedan vestigios de su inicial época gótica. Es muy llamativa por los azulejos que tiene y los motivos vegetales, los dinteles ondulados y sobre todo los azulejos. Su estilo es barroco con ladrillo y aplicaciones de barro cocido y yesería, con revestimientos de vistosa cerámica vidriada.

Iglesia de San Miguel Arcángel

La torre es obra de Juan Alfonso de Ladera, aquí descansan los restos del descubridor Hernando Méndez de Soto. Su construcción es de finales del siglo XIV, bajo la advocación en principio a Santiago de la época cuando Enrique II hizo entrega de la ciudad a esta Orden.

Iglesia de Santa Catalina

Arquitectónicamente barroca contiene muchos elementos de corte neoclásico; aunque de origen medieval, fue ampliada a partir del siglo XVI. El autor fue también Juan Alfonso de Ladera aunque le imprimió un aire barroco más neoclásica.

Casa de Vasco Núñez de Balboa

Vasco Núñez de Balboa (Jerez de los Caballeros, 1475 - Panamá, 1519) es uno de los personajes más famosos de la ciudad y su casa natal se ha convertido en un museo, fue el primero en tomar posesión de las tierras en el lado de Pacífico; la moneda de Panamá se llama precisamente balboa

Casa Natal

Museo de Balboa

Y esto es todo desde Jerez de los Caballeros, espero os haya gustado. Aunque antes de irme os dejo con una leyenda sobre los pobres templarios que terminaron degollados en la Torre Sangrienta.

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La leyenda de los Tristes Silbidos 

Esta leyenda fue inmortalizada por el poeta Francisco Redondo, en unos versos:

“Por el tiempo maltratada,

por todos abandonada,

cumpliendo horrible condena…

Se ven en las noches lluviosas

vagar sombras misteriosas

por sus quebradas almenas”.

Cuentan que los caballeros degollados en Jerez fueron los últimos templarios. Y que antes de morir, juntos como hermanos, hicieron un solemne juramento. Cada uno de ellos, juró en nombre de Dios y del Templo de Salomón que volvería de su tumba para galopar en su caballo hacia los Santos Lugares y proteger de nuevo los caminos y defender a los peregrinos. Y cuentan que, en las noches sin luna, cuando el cielo está oscuro como boca de lobo, al sonar las doce campanadas, los últimos caballeros templarios de Jerez de los Caballeros regresan de sus tumbas, regresan de la muerte, blandiendo sus espadas, preparados para acudir a Tierra Santa, para proteger a los peregrinos de los bandidos; para cumplir un juramento. Nunca nadie ha visto a los caballeros que dieron honor y gloria a la villa. Nunca nadie ha visto el brillar de sus armas, ni el de sus armaduras; nadie ha visto sus pendones, ni sus túnicas blancas, ni sus cruces rojas; nunca nadie vio nada; nunca.

Pero dicen que muchas noches sin luna, cuando el cielo más negro está, cuando resuenan las doce campanadas, todo entra en silencio; todo se detiene y, entonces, se les oye silbar. Silban; silban sin descanso, llamando a sus cabalgaduras. Silban. Y en el castillo que fue del Temple, que vigila Jerez desde el cerro más alto, reverberan los silbidos en un eco estremecedor que resuena en el aire hasta el amanecer; hasta que aparece el primer rayo de sol; hasta que de nuevo el cielo recupera su color de vida, y el negro de muerte desaparece del horizonte, cuando la “Santa Compaña Templaria” se retira a su triste lugar de descanso; cuando se retira a la Torre Sangrienta, porque los caballos no han acudido a su llamada. Entristecidos caballeros. Incapaces de cumplir su juramento.