Dōtonbori está ubicado al sur, en el distrito de Namba |
La zona es atravesada por un canal que va de desde Dōtonboribashi, (puente en japonés "-bashi"), hasta Nipponbashi. Es sin duda el mayor centro comercial y turístico de Osaka, y su vida nocturna se ilumina con los neones y los carteles de los restaurantes. Se puede llegar a pie desde la estación de metro de Namba o desde la estación de Osaka-Namba (para los ferrocarriles de Hanshin y Kintetsu).
Durante un tiempo el canal de Dotonbori sufrió el abandono y la contaminación de sus aguas fue muy llamativa, hasta que en el 400º aniversario del canal, en el año 2000 se construyeron unas nuevas esclusas que hicieron de barrera estanca a las aguas contaminadas del río Neya y permitieron la entrada de las aguas del río Okawa, mucho más limpias aunque tampoco permisibles para un baño.
La construcción de Dōtonbori se remonta a 1612 cuando un comerciante de Osaka, Yasui Dōton, propuso conectar a través de un canal de navegación los ríos Umezu y Yokobori |
El proyecto se detuvo por el sitio de Osaka, pero sus herederos retomaron la idea y lo abrieron en 1615 |
Ya de tiempos del shogunato Tokugawa el lugar era una zona de diversión, de restaurantes, cafeterías, seis teatros kabuki, cinco teatros bunraku y el primer espectáculo de marionetas Takeda Karakuri. Hoy Dōtonbori se ha modernizado y ha cambiado teatros clásicos por centros modernos de cine o de comercios de todo tipo, también de karaokes y de esos restaurantes temáticos frikis que tanto le gustan a los japoneses. Solo un teatro ha quedado en pie de los tradicionales, el Osaka Shochikuza (foto de abajo).
Este teatro es de estilo neorrenacentista y abrió por primera vez en 1923 al estilo de los grandes teatros europeos, como el Scala de Milán. Se usó como sala de cine y actuaciones musicales. Se reformó y volvió a abrir sus puertas en 1997 con un imponente escenario giratorio. Además de Kabuki, este teatro también presenta representaciones de nuevos dramas contemporáneos, musicales, comedias y ópera.
A continuación, con las siguientes fotos os podéis dar una idea del ambiente de Dōtonbori.
Los grandes almacenes y los bulliciosos restaurantes: grandes cangrejos, pulpos, caras de samurais en los edificios, peces globo voladores y coloridos letreros de neón. Puedes visitar (yo no lo hice) un museo, el "Dotonbori Konamon", dedicado a la cultura e historia de la zona.
Los restaurantes más famosos de Dōtonbori (algunos en las fotos de arriba) son:
- Kinryu Ramen
- Kani Dōraku
- Otakoya
- Zubora-ya
- Dōtonbori Ramen Taishokudo
- Hariju
- Imai
- Cui-daoré
Glico man, el cartel que se hizo famoso
Evolución de los carteles de Glico Man; falta la actual que vuelve a las formas de la cuarta generación |
Durante los años veinte, el fundador de la compañía, Ezaki Riichi empezó a experimentar con la extracción del glucógeno de las ostras para producir golosinas. La compañía lanzó su primer producto, un caramelo en base a estos hallazgos, era una sustancia que servía como una forma de almacenamiento de energía en humanos y animales. Su primer envoltorio era una caja de caramelos con un hombre corriendo dibujado en ella. El eslogan “300 metros en una sola pieza” que acompañaba ese dibujo tuvo mucho éxito. ¿Por qué 300 metros? - Cada caramelo tiene 15.4 calorías y para que un japonés medio pudiera quemar esas calorías tendría que correr 300 metros durante casi dos minutos, de ahí la cifra. Era una inteligente forma de mostrar que los niños pueden gastar esa energia de diferentes formas a lo largo del día, motivando a sus madres a comprar estos caramelos, libres de un posible cargo de conciencia. Durante la década de 1930 se efectuó otra estrategia publicitaria que consistía en poner máquinas expendedoras de productos Glico en centros comerciales que, al hacer una compra, proyectaba una película de 20 segundos que constaba de cinco partes. De este modo cuando alguien compraba cinco productos a la vez podía ver la película entera.
El primer cartel de Glico en el puente Ebisu fue instalado entre 1935 y 1943 y pronto se convirtió en un símbolo de la ciudad de Osaka. El cartel de Glico ha seguido durante seis generaciones. En su momento fue el cartel más alto y medía 33 metros. El cartel se descolgó durante el tiempo de la guerra. El segundo cartel se colocó en 1955 y duró hasta 1963. La tercera del cartel fue desde 1963 a 1972 con 12 lámparas de colores y se puede decir que fue el diseño más innovador. La cuarta generación va de 1972 a 1996 con una pista del estadio de atletismo en el fondo. Y la quinta generación que ya que si se puede considerar como el símbolo de Osaka es de 1998, aunque se renovó en el año 2014 con rótulos LED.
Página web de donde está sacada esta información: https://www.glico.com |
Comentarios
una experiencia viajera inolvidable, Paco.
Es un viaje muy chulo a lo Blade Runner y el Quinto Elemento. Aunque me asusta un poco, sobre todo esas imágenes de los canales del río, con ese color marrón y las luces de neón brillando sobre el agua. Verlo, visitarlo y conocerlo debe ser toda una experiencia positiva, para vivir seguro que la experiencia no es tan positiva.
¡Qué cultura tan diferente a la occidental! Me gusta su comida y me encantaría ir a Japón y también a China. Sobre todo para ver la magnitud de su naturaleza. Vi un documental sobre Japón, sus termas, montañas y sus lagos. Me encantó.
Saludos
CarmeLa
Enhorabuena una vez más por el blog.
Pepe Oliva