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Un viaje a la provincia de León

La provincia de León sorprende por su variedad de paisajes naturales y por su patrimonio histórico


A veces nos hartamos de hacer kilómetros en destinos muy lejanos cuando no conocemos bien esta piel de toro que es España y no es que yo me de golpes de pecho por una bandera, ni mucho menos, pero es que en nuestra tierra hay destinos maravillosos y tenía pendiente la maravillosa provincia de León, aunque había visitado León y Astorga, tenía muchas ganas de visitar con intensidad todas sus comarcas, especialmente El Bierzo y concretamente los paisajes de Las Médulas. Es entendible que muchos leoneses se quejen de su absorción por la comunidad autónoma y borren en las señales de carretera lo que consideran que no es suyo. El reino de León fue independiente desde el año 910, cuando los príncipes cristianos del reino de Asturias, en la costa norte de la península, trasladaron su capital de Oviedo a la ciudad de León. De él surgieron los condados de Castilla y Portucale, que posteriormente dieron lugar a Castilla y Portugal. Finalmente fue Castilla quien reintegró a León, y no al revés, y así hasta nuestros días. En el siglo XIX, sin embargo, volvió a crearse administrativamente la región de León, con las provincias de León, Salamanca y Zamora. Hasta que con la democracia, en 1981, junto con seis provincias de la antigua Castilla la Vieja, se creó, como he dicho antes, la comunidad autónoma de Castilla y León. En el viaje (recién llegados) a la provincia de León, que hemos hecho durante diez días, hemos optado por cinco destinos y tres lugares donde alojarnos:

  1. La capital, León.
  2. La Maragatería.
  3. El Bierzo.
  4. Montañas de Riaño y Mampodre.
  5. Tierra de Sahagún.


Abajo indico los lugares que he visitado en este viaje...

 

En esta entrada me limitaré a recomendar, o al menos comentar, los lugares que visitamos, para en otras entradas poder desarrollar más ampliamente cada uno de estas poblaciones. En general puedo decir que me han encantado, sobre todo, los pueblos más pequeños, algunos de lo que ya puede ser la «España vaciada». La provincia está bien comunicada en lo relativo a las ciudades grandes, León, Ponferrada o Astorga, pero si ya quieres ir a algunos pueblos de montaña, las carreteras son endiabladas, pero muy, muy, bonitas, merecen mucho la pena, como es el caso de Peñalba de Santiago o de Lois.

León
 
León es una ciudad de unos cien mil habitantes, aunque en su zona metropolitana puede englobar casi el doble, es la capital de la provincia y fue la capital del Reino de León.​ En su origen fue un campamento militar romano de la Legio VI Victrix, hacia el año 29 a.C., para controlar el tráfico de las explotaciones auríferas hacia Roma. Aunque su consolidación como asentamiento se lo debemos a la Legio VII Gemina a partir del año 74 a.C. El vocablo León no procede del animal, sino de la palabra latina legio, es decir, de legión.

Posteriormente se da un periodo de dominación suevo-visigoda entre los siglos V al VII, hasta la conquista musulmana en el año 712. Hasta que León se incorpora al Reino de Asturias y posteriormente se convierte en su capital cuando el rey García I en el año 910.

A veces se olvida que aquí estuvieron las primeras Cortes de la historia de Europa, en el año 1188, con el monarca leonés Alfonso IX. En los siglos posteriores llegó el declive y pasó de capital de un reino a capital de provincia. En su patrimonio destaca la catedral en estilo gótico clásico de estilo francés y la Basílica de San Isidoro.

La catedral de León

Basílica de San Isidoro

Una de las iglesias románicas más importantes de España, tumba de los reyes de León medievales y considerada como la Capilla Sixtina del arte románico es el Monasterio de San Marcos.

Casa Botines

Desde el punto de vista modernista, destaca la Casa Botines, una de las dos obras importantes del arquitecto catalán Antoni Gaudí en la provincia.

El «MUSAC»

También hay un edificio que alberga el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.

«Barrio Húmedo» de León

Para comer o simplemente tomarte una cerveza o unos vinos, en León es famoso el llamado barrio húmedo donde se congregan muchos restaurantes, mesones y tascas. Normalmente es un lugar que siempre está lleno de gente, especialmente los fines de semana. Destaca un "peculiar" lugar llamado «La Bicha», aclamado por unos y vilipendiado por otros, pero siempre lleno.

Un poco más al este, en Tierra de Ruedas, fuimos a ver un monasterio impresionante, el de San Miguel de Escalada. Se encuentra a poco más de media hora de la capital y destaca por ​se una de las obras más representativas del arte mozárabe prerrománico. Está ubicado en el Camino de Santiago.

Monasterio de San Miguel de Escalada

La Maragatería

El territorio de la Maragatería también está poblado desde tiempos remotos, lo que ha sido constatado con los recientes descubrimientos de petroglifos megalíticos. Se consideraba el monte sagrado del Teleno, que los romanos lo adaptaron como Mars Tilenus y hoy es la marca de uno de los más afamados vinos de León. La Maragatería se convirtió en el centro del Conventus Asturum debido a la fundación de Asturica Augusta, la futura Astorga. También hubo una población romana en las cercanía de Santa Colomba de Somoza, que hoy es la capital de la Maragatería Alta.

Museo romano de Astorga - Asturica Augusta

En toda la Maragatería los arrieros tuvieron mucho poder en estos pueblos durante varios siglos por la posición estratégica de la comarca entre el interior de la península y Galicia. Estos arrieros maragatos transportaban al interior de la península salazones de pescado traídos desde las costas gallegas, y, al volver a su tierra, cargaban con embutidos y productos de secano. Hasta la llegada del ferrocarril a Astorga en 1866, con lo que se vino abajo el negocio del transporte antiguo en carros.

👉 Astorga

Para alojarnos, nos quedamos en un hotel rural en Castrillo de los Polvazares, muy cerca de Astorga, es quizás el pueblo mejor conservado de la Maragatería en lo referente al patrimonio histórico, especialmente a la arquitectura de sus casas y el trazado urbano de piedra. Es un pueblo particular, es uno de los tres de la provincia de León que pertenecen a ese club de «Los pueblos más bonitos de España». Desgraciadamente esta un pelín turistificado, ya que de día está lleno de visitantes turistas y hay varios restaurantes, pero de noche no hay nada, sólo los pocos vecinos del pueblo y una taberna, que no abre todos los días. No puedes desayunar ni comprar pan o agua. Además, no se puede entrar con el coche, lo tienes que dejar fuera. En cualquier caso merece la pena visitarlo, ya no sé si quedarse allí a dormir como hicimos nosotros, eso lo debes de evaluar.

Calle Real de la localidad de Castrillo de los Polvazares

A finales del siglo XVI empieza su importancia, aunque alcanza su zenit dos siglos después. La calle Real se sigue conservando de piedra, para así facilitar el trasiego de los arrieros. Las casas tienen portales grandes para los carros, y hay algunas casa nobles de los que fueron en su tiempo comerciantes con grandes fortunas. Castrillo de los Polvazares está declarado Conjunto Histórico Artístico de alto valor monumental.


Traje de de los maragatos: indumentaria de gala (Museo de Astorga).

Estuvimos en Santa Marina de Somoza y en la cabecera del municipio: Santa Colomba de Somoza. Son dos pueblos del camino y tienen la vida de los albergues y el paso de los peregrinos. En la Edad Media fue una época de gran esplendor, aunque ya fue, en su tiempo, una villa romana. Su población hoy está en franca decadencia, y de los dos mil habitantes del siglo XIX hoy solo quedan unos cuatrocientos en sus diecinueve dispersos núcleos de población. En su visita podéis contemplar aún sus grandes casonas arrieras.

Santa Marina de Somoza
Santa Colomba de Somoza
Interior del monasterio benedictino de Monte Irago en Rabanal del Camino

El Camino de Santiago Francés atraviesa de este a oeste el término municipal, igual que Rabanal del Camino, designada como fin de etapa en el afamado Codex Calixtinus, y el puerto de Foncebadón, con su célebre Cruz de Fierro, la cual marca el punto a mayor altitud de esta vía de peregrinaje, en esa cruz, la tradición es dejar una piedra que cada peregrino carga desde su lugar de origen, la base de estas piedras supera los treinta metros de diámetro. Está a 1504 metros de altura, en la cima del Monte Irago, aunque la carretera no es muy mala, pero hay que ir con precaución porque muchos van caminando por ella. La cruz mide siete metros y es de roble, con una pequeña cruz de hierro en el remate superior. Hay historiadores que sitúan este indicativo como anterior al cristianismo, incluso un hito anterior a los romanos.

Cruz de Fierro: los peregrinos dejan su piedra o piedrecita, según el caso 😉

A partir de aquí, se puede decir que termina la Maragatería y comienza el Bierzo.

El Bierzo

Bandera de El Bierzo

Aquí estuvieron los astures y una visita obligada es la de los castros existentes en la comarca, especialmente recomendable el Castro de Chano, en pleno valle de Fornela o de Furniella, como dicen en la zona, dentro de la Reserva Nacional de la Sierra de Ancares. El acceso al valle se puede realizar cruzando Fabero y Bárcena de la Abadía.

Castro céltico de Chano, en el municipio de Peranzanes

Si los leoneses se quieren independizar de Castilla y León, los del Bierzo también quieren su propia identidad, tienen reconocida su singularidad en el Estatuto de Autonomía y existen partidos comarcales como «Coalición por el Bierzo». El Bierzu, como dicen los leoneses, en esa mezcla de gallego y castellano, es la única comarca administrativa de la provincia de León (desde 1991 y posteriormente en la Ley 17/2010), y está definida claramente en su composición de treinta y ocho municipios que se encuentran entre los valles de la cuenca del río Sil. Su actividad económica en el siglo XX estaba basada en la minería y la industria siderúrgica, por eso conviene visitar el museo de Sabero o ver algunas de las piezas, ya de arqueología industrial de la zona, como torres o restos de la presencia minera, hasta 2018 hubo aquí minas. Ahora es el turismo y los productos agrícolas y ganaderos los que mantienen la comarca (el famoso botillo de carne de cerdo o las magníficas manzanas reineta, las peras o las castañas, además, claro de sus vinos), eso sí, la población ha bajado en algunos pueblos, que están prácticamente deshabitados para el esplendor que tuvieron, como Lois, en plena montaña que de tener hasta una Cátedra de Latín, hoy no llega a cincuenta habitantes.

Comenzamos nuestro recorrido en el Bierzo, desde la Cruz de Fierro, como si siguiéramos el Camino de Santiago, entrando por uno de esos «Los pueblos más bonitos de España»: Molinaseca (Molina Sicca), que ya en la Edad Media formaba parte del reino de León, en un señorío que dependía directamente de la autoridad real de Alfonso VI de León. Posteriormente perteneció al partido de Ponferrada. Aquí hubo minas de hierro, hoy es refugio de muchos turistas y de bañistas que se refrescan en las piscinas fluviales. Está bañado por el río Meruelo, y de ahí lo de los molinos y el nombre del pueblo.

Entrada a Molinaseca por el «Puente de los Peregrinos» 

Desde Molinaseca llegas a Ponferrada, que es la ciudad más grande del Bierzo y su capital, destacando sobre todo, dos grandes monumentos: el castillo templario y la basílica de la Virgen de la Encina. Fue en el año 1178, cuando Fernando II otorga a los templarios la potestad de una una encomienda en lo que hoy es Ponferrada. En cuanto a la iglesia, que es de estilo renacentista, aunque sus orígenes datan del siglo XVI, es el templo que custodia a la Virgen de La Encina, que es la patrona de la comarca del Bierzo. Además destaca la llamada Torre del Reloj y el Ayuntamiento en la Plaza Mayor.

Castillo de la Orden del Temple en Ponferrada

Pero faltaba por conocer lo más bonito del Bierzo, que es Peñalba de Santiago. Ahora sí, ojo con la carretera. Tienes dos opciones, yo elegí las dos, una para ir y otra para venir. Fui por la más complicada la que va por los montes Aquilianos y luego me vine por San Clemente de Baldueza. Esta particular ubicación tan aislada, hizo que fuera poblada por monjes anacoretas. Aquí verás un cartel que pone Tebaida berciana, esto se debe a su comparación con la zona geográfica del Alto Egipto donde surgió la tradición cenobítica oriental. También forma parte de la red de «Los pueblos más bonitos de España». La iglesia es una de las joyas del arte mozárabe prerrománico, del siglo X por iniciativa de San Genadio de Astorga, fue inaugurada en el año 937.

Iglesia de Peñalba de Santiago
Paisaje que te vas encontrando por la carretera en el interior de la Tebaida berciana
San Clemente de Baldueza

De vuelta de la Tebaida fuimos a visitar, en Carracedo, una antigua abadía, del siglo X, de las órdenes benedictina y, posteriormente, cisterciense. Aunque parte está en ruinas, puede visitarse una parte rehabilitada. Se mezclan en la actualidad los elementos románicos, los cistercienses y protogóticos. Merece la pena.

Monasterio de Santa María (Carracedo)

En Villafranca del Bierzo, una localidad bastante más grande que las anteriores y con una gran afluencia de peregrinos hay un conjunto importante de iglesias, destacaría la de Santiago, donde está la famosa puerta que sólo se abre en los años santos jacobeos y la de San Francisco, además de un castillo, que, aunque es privado, se puede visitar con guía.

«Puerta del Perdón» de la Iglesia de Santiago

Muy cerquita está Corullón con dos impresionantes iglesias románicas del siglo XI y XII, además de estar bien atendidas por unos jóvenes que nos la enseñaron con sumo primor: la de San Esteban y San Miguel. Hay también un castillo, que también es privado como el Villafranca y de difícil acceso.

Pórtico del iglesia de San Esteban (Corullón) construida en el año 1086, de la primitiva iglesia

También muy bonito fue la última etapa de nuestro viaje al Bierzo: Las Médulas. Se trata de una de las excavaciones mineras romanas de oro más importantes del mundo. Para ello nos alojamos en unos apartamentos en el municipio cercano de Carucedo (a sólo 9 minutos en coche de la entrada a Las Médulas). Aunque de este espectacular paisaje volveremos en el blog con una entrada especial, puedo adelantar que un paseo como el que hicimos, muy temprano, en verano, viendo salir el sol por la senda de Las Valiñas, merece mucho, pero que mucho la pena. Eso sí, si vas a horas habituales aquello puede parecer una feria en temporada alta. También puedes aprovechar para visitar el Lago de Carucedo, el pueblo como tal no tiene nada de particular. Y muy cerquita el Castillo de Cornatel, al que hay que acceder después de subir a pie una "cuestecita" por la montaña.

Paisaje desde el mirador de Orellán
Lago de Carucedo
Castillo de Cornatel y Montes Aquilianos

Montañas de Riaño y Mampodre

La siguiente zona que visitamos fue la cercana al embalse de Riaño. Comenzamos visitando Sabero, que fue capital del antiguo Concejo y Vicaría de Valdesabero. Su dependencia a la siderurgia le llevó primero a una expansión y luego al declive de finales del siglo XX cuando el abandono de las minas. Hoy ha perdido muchísimos habitantes pero conserva un maravilloso recuerdo de aquel pasado en el moderno Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, inaugurado en 2008 en lo que fue la Ferrería de San Blas, un edificio neogótico del siglo XIX que acogió los primeros Altos Hornos de España, por la denominada Sociedad Palentino-Leonesa de Minas.

Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (Sabero)

Puedes visitar también la población de Cistierna, donde hay un museo del ferrocarril, pero nosotros no lo visitamos, se nos iba echando el día encima y preferimos tirar para la montaña y ver Lois, que tiene una catedral muy grande para lo que es el pueblo, la llaman la catedral de la montaña, debido a la riqueza que antaño había aquí y que llevaron consigo no sólo la construcción de esta catedral sino de grandes casas nobiliarias.

Lois y su "desproporcionada" catedral

Al día siguiente, ya sí que fuimos al embalse de Riaño. Si la agresión a la orografía leonesa ya viene de los romanos, con Las Médulas, la siguiente gran agresión proyectada en la Segunda República, empezada en la dictadura del general Franco (1963) y consolidada en plena democracia (1987), con la inundación de todo un valle alimentado por las fuentes de los ríos Esla y Yuso. Para ello se destruyeron nueve pueblos. Hubo un gran movimiento ecologista en contra. Sólo Riaño se volvió a levantar en el alto de Valcayo, sobre el embalse. Independientemente del desastre ecológico, el paisaje que ha quedado, aunque "falseado", es espectacular, y merece la pena visitarlo. Yo recomiendo el viaje en barco que sale del puerto deportivo de Riaño y dura una hora. Merece la pena.

Bajo esas aguas se encuentran nueve pueblos: Anciles, Escaro, Hueldes, La Puerta, Vegacernega, Pedrosa del Rey, Burón, Riaño y Salio, con todo su patrimonio arquitectónico
Embalse de Riaño

Y aquí terminó, de momento la visita a esta zona de León. Debido a los altos precios del hospedaje en Riaño optamos por quedarnos en un pueblecito cercano, Guardo, ya en la provincia de Palencia.

Tierra de Sahagún

La comarca denominada Tierra Sahagún, también de la provincia de León, integra noventa y ocho pueblos y está atravesada por el Camino de Santiago en su variante francesa. En el viaje de vuelta (a Cádiz, por la «ruta de la plata») visitamos dos de sus pueblos muy interesantes: Sahagún, la capital de la comarca, de unos dos mil habitantes y Grajal de Campos, de unos doscientos nada más.

La primera, Sahagún, ya estaba en plena Via Trajana, que conducía a Astorga, Zaragoza y Tarragona. En ella hay un patrimonio que sorprende:  joyas del románico con reminiscencias mudéjares (San Tirso, San Lorenzo y Santísima de la Trinidad); así como del monasterio Real de San Benito, que fue un monasterio muy importante durante la Edad Media, y uno de los principales focos de la reforma de los monasterios benedictinos cuando se introdujo la regla de Cluny en España. Aquí se encuentra el Panteón del Rey Alfonso VI de León. Sahagún está incluido en la relación de «Los pueblos mágicos de España».

Iglesia mudéjar de San Lorenzo, en Sahagún

Y finalmente vimos Grajal de Campos, donde también llama la atención su castillo artillado, catalogado como monumento nacional desde el año 1931. Su nombre, Gracca, viene del apellido de los hermanos Tiberio y Sempronio Graco. Despues de los romanos tuvo su esplendor en el primitivo Reino de Asturias, luego de León, convertido en el gran mercado de la comarca. De señorío pasó a condado. Al final la decadencia llegó, en pleno siglo XX se vendió el Palacio de los condes de Grajal por... ¡seis pesetas!

Primer castillo artillero de España, del siglo XVI

Y aquí terminó la visita a la provincia de León (julio 2024), espero les sirva de orientación si quieren ver a fondo esta maravillosa provincia española. Seguro que hay más pueblos, pero creo que todos estos merecen la pena. Con el tiempo iremos ampliando en el blog la información de los lugares, al menos de los más importantes. Espero les haya gustado y dejen sus comentarios y quizás algún error que haya cometido. ¡Viva León!

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