Crucero de Castrillo de los Polvazares en la Calle Real |
Los maragatos transportaban desde las villas gallegas y cántabras los salazones de pescado en un sentido y en el otro los embutidos y productos de secano. La fama de honradez de los arrieros hacía que se les confiasen para su transporte artículos de valor, como joyas, incluso giros de dinero. En esa fidelidad se basaba su negocio, en la confianza del arriero. Al contrario que en muchas ciudades, aquí la llegada del ferrocarril no supuso beneficio sino la decadencia del arriero. A Astorga llegó el tren en 1866 y ya todo cambió. Del blog Terranostrum he extraído un texto del hispanista Richard Ford sobre estos arrieros maragatos:
«Hay una clase de arrieros muy poco conocida de los viajeros europeos: los maragatos, cuyo centro está situado en San Román, cerca de Astorga; ellos, al igual que los judíos y los gitanos, viven exclusivamente entre los suyos, conservan sus trajes primitivos y nunca se casan fuera de su región. Son tan nómadas y errantes como los beduinos, sin más diferencia que llevan mulas en vez de camellos (…) cobran caro, pero su honradez compensa este defecto, pues puede confiárseles oro molido».
Gathering from Spain, 1846 ("Cosas de España: el país de lo imprevisto", 1922).
Llega la tarde y todo el turismo de la mañana desaparece y el pueblo queda semi-vacío |
La otra cara de la moneda de Castrillo es que ya no vive aquí casi nadie y quitando una taberna, que no abre todos los días, por la noche no puedes ir a ninguna parte, tienes que coger el coche e irte a Astorga o al vecino pueblo de Murias de Rechivaldo. No hay tampoco supermercado ni la posibilidad de desayunar por la mañana, especialmente si, como nosotros hicimos, te quedas a dormir.
Las casas maragatas han sido rehabilitadas para la hostelería, tanto para restaurantes (que sólo abren por la mañana) y por casas rurales. En realidad el pueblo vive hoy de eso, del turismo. Bueno hay pequeñas tiendas de artesanía pero también preparadas para el visitante. El principal reclamos turístico es la gastronomía, especialmente famoso es el cocido maragato (en verano la verdad no apetecía, aunque hay gustos para todo, así que no puedo opinar). Se caracteriza aquí en Castrillo, porque se sirve al revés. Esa era la costumbre de los arrieros: primero te traen las carnes y embutidos, luego las verduras, patatas y berzas, así como las legumbres (los garbanzos son de la variedad autóctona llamada "Garbanzo Pico de Pardal"), y finalmente la sopa del cocido.
«Cuando los maragatos, recorrían las tierras de España como arrieros, llevaban entre los utensilios necesarios para sus largos desplazamientos, una fiambrera circular de madera con su tapa también de madera, donde guardaban en ella porciones de carne de cerdo cocida, que se conservaba fresca cierto tiempo. Al llegar a las posadas o mesones comían primero lo que ellos llevaban en las fiambreras de madera, por supuesto alimentos fríos, y para terminar y «entonar» sus estómagos pedían al mesonero o al posadero una sopa o caldo caliente». Fuente: https://www.castrillodelospolvazares.net
Al acceder al pueblo, a pie (el coche lo debes dejar fuera en un aparcamiento al lado de la carretera de Astorga), encontramos, un puente de piedra por el que pasaba el antiguo camino romano hacia el puerto de Foncebadón (el puerto de montaña que une El Bierzo y la Maragatería), sobre el río Jerga. La arquitectura de Castrillo de los Polvazares mantiene las formas de esas casas arrieras, aún se conservan igual que hace siglos, con una estructura de grandes puertas para el paso de carros, patios interiores que son el centro de organización de la casa, cuadras, y algunas grandes bodegas. Aunque también hay casas más pequeñas cuyo origen era más de labradores que de arrieros, pero son las menos vistosas. Según he podido consultar, el pueblo fue destruido por unas riadas, y tuvo que ser reconstruido en el siglo XVI.
Abajo les dejo con algunas fotos de este patrimonio maragato.
Calles empedradas como antaño conservan la belleza del pueblo |
En general todas las casas están muy bien cuidadas y reformadas |
Escudo de una de las casas |
Cuenta con una torre con campanario que suele ser reposo de las cigüeñas. Además, el Día de la Magdalena, 24 de julio, hay una solemne procesión y los vecinos se visten con los trajes típicos y suena la música tradicional de flautines y tamboriles. Una de las plazas, donde está la iglesia, está dedicada a Concha Espina. No sabía el porqué, pero luego leí que en Castrillo de los Polvazares se situa la localización elegida por la escritora para ubicar su novela La Esfinge Maragata, en la que rebautiza al pueblo como Valdecruces y fue llevada al cine en 1950. Durante algunos años se han celebrado en Castrillo y en Astorga Jornadas Napoleónicas, en recuerdo de la Guerra de la Independencia Española, con representaciones del sitio de la ciudad. En Castrillo de los Polvazares hay un gran albergue municipal de peregrinos, pero como el resto de servicios del pueblo estaba cerrado en los días que estuvimos (julio 2024). Bueno, espero les haya gustado, como siempre tienen a su disposición los comentarios para sus opiniones, especialmente de aquellos que ya han estado y pueden completar esta información o actualizarla. Gracias por visitar este blog, abajo tienen enlaces a otras entradas de la región leonesa.
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