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La catedral de... Palermo

San Gregorio Magno, escultura de mármol de Giovanni Travaglia.

La Catedral Basílica Metropolitana Primada de la Santísima Virgen María de la Asunción, así de largo es su nombre, aunque todo el mundo la conoce en Palermo como il Duomo. Forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO junto con el Palacio Normando.

Inicialmente la zona de la catedral ya fuera el primer lugar de difusión de las prácticas cristianas, por la presencia de cementerios al aire libre y catacumbas creadas en densas redes de cuevas utilizadas como lugares de culto y refugio para los cristianos perseguidos. Aunque la primera iglesia se construyó donde hoy se levanta el Palacio Normando durante los siglos I, II y III, posteriormente destruido por los vándalos. La iglesia levantada en tiempos de Bizancio, se transforma luego en un lugar de culto musulmán: la gran mezquita. El retorno a la soberanía cristiana y católica se da con la llegada de los normandos y el Gran Conde Roger y la mezquita fue rápidamente readaptada con la transformación del minarete en campanario. En 1185, el arzobispo de Palermo mandó levantar un templo de planta basílical con tres ábsides. El obispo quería competir con la belleza y poder de la Catedral de Monreale. Allí en la catedral serán coronado los nuevos reyes de Sicilia y el lugar donde se realicen los autos de fe. Palermo se convirtió en la capital que incluía todo el sur de Italia. De normandos, a aragoneses, españoles..., todos fueron ampliando la construcción de la gran catedral de Palermo.


Maqueta de la catedral
Aquí se observa el ábside de Santa Rosalía
Esculturas junto al pórtico del sur, en el lado derecho


La catedral tiene diferentes vistas según se vea desde el norte, el sur, el este u oeste.





Entramos por la puerta de acceso desde la Via Vittorio Emanuele.


Pórtico aragonés de la catedral.

La catedral después de muchas renovaciones, como he comentado anteriormente, hoy tiene planta de cruz latina, con tres naves divididas por columnas. Destacan un gran número de capillas, abajo algunas fotografías con lo que, al menos a mí, me llamó más la atención.






Madonna della Lettera de Antonio Filocamo
Cappella del Santissimo Sacramento, realizada en lapislázuli, obra de Cosimo Fanzago
Estatuas en la nave central
Capilla de las reliquias
Una de las capillas más famosas es la de la Madonna Libera Inferni de Francesco Laurana


Pilas de agua bendita, una es obra de Domenico Gagini y otra de Giuseppe Spadafora.


Fuente bautismal con escenas de la expulsión del Paraíso, obra de los hermanos Peninno, siglo XVIII


Presbiterio, altar mayor. En el remate del ábside está pintada al fresco la entrega de la catedral al obispo Nicodemo tras la derrota de los sarracenos a manos de los normandos por Mariano Rossi en 1803. 

Aquí en Palermo la patrona Santa Rosalía, cuyos restos se encuentran en la catedral, es muy aclamada, incluso hay una especie de cabalgata con la imagen de ella que conocimos precisamente el día que fuimos a visitar la catedral. Rosalía de Sinibaldi nació en el año 1130, hija del conde Sinibaldo de Sinibaldi, vasallo del rey normando Roger II. Parece que fue dama de honor de la reina Margarita de Navarra y Sicilia. Por su conducta ejemplar fue considerada santa pero no reconocida "oficialmente". Lo que ocurre es que el hallazgo de sus restos, siglos después, el 15 de julio de 1624 hizo (coincidió con) que la peste que asediaba a la ciudad desapareciera. ¡Milagro! y zas..., a Rosalía la hacen Patrona y Santa. Así la fiesta en Palermo coincide con el 15 de julio.

👉 aquí puedes ver la noticia del Festino di Santa Rosalia
Capilla de Santa Rosalía

Por último reseñar el curioso reloj solar, que comienza a partir de la Capilla de San Francesco di Paola.

 Fue creado en 1801 por el astrónomo teatino abad Giuseppe Piazzi
Esquema de funcionamiento

Y eso es todo desde Palermo, Sicilia. Espero les haya gustado.

Comentarios

muiñovello002 ha dicho que…
"Carallo para lo bobo que es este lobo"... Recién llegadito de "tu" Ciudad Prohibida (por la peli) y disfrutando mucho con ella... aunque no estoy enamorado del arte sacro, me encanta visualizar imágenes, por lo mucho que pueden decir... y aquí parece que abundan los mensajes... habrá que dar un buen repaso hacia atrás... graciñas!!!