Castillo de Turégano y espadaña de la iglesia de San Miguel |
Turégano es uno de los municipios más bonitos de la provincia de Segovia, junto a Pedraza o Sepúlveda. Cuenta, igualmente que los anteriores, con una población en torno al millar de habitantes. Se encuentra en la comarca de La Campiña, en los valles de los ríos Pirón y Cega. Su nombre ha ido cambiando con el tiempo: Torodano, Toroda, Torodam y Torodanum. En dos bulas, que datan de 1232, aparece ya como Toroganum y así ha ido evolucionando hasta el actual Turégano. Hay fuentes documentales medievales que hablan de la existencia previa de un castro prerromano, de origen arévaco, en la segunda Edad del Hierro, aunque no hay elementos arqueológicos que lo avalen. Si que existe constancia de la llegada de los romanos a la comarca y de la ocupación musulmana en el siglo VIII. Turégano cuenta con dos iglesias románicas, esta de San Miguel y la del Apóstol Santiago, además de las de Carrascal y la de la Cuesta a pocos kilómetros de Turégano (que desgraciadamente no pudimos visitar).
Escudo de Turégano, muy relacionado con su carácter episcopal |
Vista de la villa de Turégano desde el castillo: el pueblo, en especial su castillo, se encaraman en un alto de unos novecientos metros sobre el nivel del mar. |
Castillo de Turégano
Iglesia de San Miguel
Se trata de un pueblo que giró siempre en torno a su castillo, no se entiende Turégano sin su castillo. Como fortaleza de una Villa Episcopal es de las más importantes de España. El primer obispo, Don Pedro de Agén, consideró que el antiguo castro, edificado sobre una suave colina, era el lugar idóneo para emplazar la nueva iglesia (la Iglesia de San Miguel) y por tanto fortificarla con su correspondiente castillo, de ahí el escudo que hemos visto antes. Hubo dos castillos sobre ella: el que construyó el obispo Arias Dávila y el anterior del que aún quedan algunos restos. Es Monumento Nacional desde 1931, además de ser un BIC (bien de interés cultural).
Turégano es pueblo de vega. Su término municipal lo atraviesan los arroyos Valseco y de las Mulas, que vienen disimulando desde Caballar, el pueblo de las tres fuentes, la Santa, la Fresneda y la Redonda, y donde también hay otra, el Cagalar, que, como su nombre indica, es purgante. La vega de Turégano cría hortalizas y frutas. El campo de Turégano, ya en el secano, ve granar el cereal, verdear el garbanzo y crecer el pino. Camilo José Cela (1946-1952)
Ya en el siglo XII Urraca de Castilla entrega la villa y el señorío de Turégano a Pedro de Agén, de origen francés, primer obispo de la restaurada diócesis de Segovia. Esto marcará durante ocho siglos la vida de Turégano. Su obispo era miembro del Consejo Real de Castilla, y en el siglo XV fue sede de la Cancillería y Audiencia del reino, aquí se celebró, incluso, el primer sínodo diocesano. El obispo Juan Arias Dávila, tuvo la suerte de que en el enfrentamiento de Juana la Beltraneja con Isabel la Católica, tomara partido por esta última. Su papel de ferias ganaderas fue muy importante en Castilla. Turégano, bueno su castillo, fue testigo del encarcelamiento del famoso Antonio Pérez, el secretario de Felipe II, incomunicado en una mazmorra, al detectarse un intento de fuga.
De la Iglesia de San Miguel no se conservan grandes obras, tan sólo el que preside el altar. Es muy pequeñita y lo más importante es esa espadaña (aunque es muy posterior, de 1703, y de estilo barroco), que se observa desde todos los puntos del pueblo y corona el castillo, con el cual comparte murallas. Consta de tres naves, las laterales románicas, del siglo XII, la central es más gótica.
Fijaros en el detalle de la curiosa estatua del arcángel San Miguel
(curiosa porque tiene las alas volteadas, el nicho era más pequeño que las alas que le hicieron 😳).
Uno de los pocos capiteles que se conservan que demuestran su pasado románico |
Iglesia de Santiago Apóstol
Si bien el castillo tiene todo el protagonismo del pueblo, es la iglesia de Santiago Apóstol la mejor conservada, también de estilo románico, aunque modificada a lo largo del tiempo.
Ábside románico de la iglesia (interior): las esculturas que decoran el ábside románico son espectaculares y no suelen ser habituales en este tipo de templos |
La Iglesia de Santiago es una joya, no sólo por su ábside románico, también destacan sus retablos barrocos y el primitivo retablo románico en piedra, o por el increíble tesoro escultórico, de orfebrería y de elementos religiosos, probablemente venidos de otras iglesias de los alrededores. Hay una nave central y otra lateral, con torre a los pies, capilla ábside y dos sacristías. La central es de cuatro tramos. La cabecera está formada por el ábside medieval donde se ubicaba el altar mayor y dos cuerpos laterales destinados a sacristía y a almacén. Abajo dos detalles: la referencia al Apóstol y el escudo del obispo.
Y bueno, además de estos dos referentes románicos de Turégano, está la villa y su plaza mayor, donde se hace la vida del pueblo, incluidos los mercadillos semanales. Así que os dejamos y esperemos que os haya gustado esta entrada de otro de los pueblos españoles con encanto, especialmente en la comunidad de Castilla y León.
¡Hasta la próxima viajeros, desde... Turégano! |
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Saludos
CarmeLa